La juventud y el amor

Hoy día se tiene la sensación de que los jóvenes hablan muy poco sobre el amor. Se dice que estos encuentran los preludios demasiado largos y en los intermedios no saben que decir. Además, después de actuar con un aire de positividad prefieren las realiza­ciones rápidas. En esta forma de pensar y actuar también el amor tiene prisa.

Por otra parte, la galantería práctica­mente ha desaparecido, aunque no se puede negar que aún quedan todavía so­ñadores. ¿Qué debe buscar en estos tiem­pos un joven para comprometerse en el amor?

Recordemos que el hombre anda siem­pre buscando, en cambio la mujer con­serva en su corazón una sola imagen para reconocer el sueño. Ahora bien, el amor sigue siendo el más hermoso reclamo del mundo. Por esto, los jóvenes deben ver que cada corazón canta y cada alma es­cucha.

Se trata de hacer un viaje a través de una tierra encantada dejando tras de sí las señales que conducen a las eternas pasiones que viven para siempre. De es­ta manera, para reconocer la espirituali­dad que emerge en la búsqueda de una pasión de ternura comprensiva debe ante todo revelarse el milagro eterno de no re­petir más que un solo nombre.