Elecciones en pandemia

Uno de los escollos que hemos tenido en la lucha contra la pandemia, es que desarrolla en medio de la euforia electo­ral, en que una nerviosa oposi­ción apura y presiona porque se sienten en la oportunidad de alzarse con el triunfo.

De ahí toda la campaña de críticas a las medi­das oficiales para combatir la pandemia. De ahí la campaña sucia, que pretende restar méritos a todo lo que hace el gobierno, a punto de denos­tar las conferencias de prensa de información es­tadística y de anuncios sanitarios que hace el mi­nistro de Salud y de las eventuales intervenciones del ministro de la Presidencia.

Como era dificil torpedear las medidas anuncia­das en el discurso del Presidente Danilo Medina el domingo, la oposición arrrecia denuncias de ale­gados actos irregulares en compras de insumos sa­nitarios y hasta se pretende endilgarle culpas en el intento de contrabandear una carga de drogas de­comisada en Europa, en un avión comercial lleno de pasajeros. Más aún. Como dentro del cronograma de reapertura económica, social e institucional, está la celebración de las elecciones, el 5 de Julio, las ga­rantias de apoyo económico y logístico del gobieno al proceso y de que el 16 de agosto termina su man­dato dando paso a quien resultare ganador, se les ca­yó el argumento fatuo de que Danilo pretendía pro­longar la crisis sanitaria para abortar las elecciones y quedarse en el poder.

Los periquitos, la diatriba, las especulaciones, las acusaciones, las desinformaciones, la desaca­lificación serán la tónica del día, pero la decisión expresada en las urnas no habrá forma de inci­dentarla y menos de torcerla.