EN LA RUTA
Duquesa
Al igual que las actividades del transporte, el agua, la salud, la electricidad, el tema monetario y las operaciones de puertos y aeropuertos, los vertederos, tiraderos, o rellenos sanitarios, son servicios de seguridad nacional porque cualquier dificultad que acontezca en alguna de esas aéreas tiene un impacto directo en la población, y por consiguiente, en la paz y la tranquilidad ciudadana. Desafortunadamente nuestro país no ha sacado buenas notas en el manejo de los desechos sólidos. Salvo muy contadas excepciones, la mayoría de los botaderos sean soterrados o a cielo abierto, funcionan de forma muy deficiente, y el de Duquesa, localizado en el municipio Santo Domingo Norte, y cuya historia se remonta a 1995, pese a ser el mas grande, no es la excepción. Anteayer, el LISTIN publicó un reportaje cronológico sobre los males de este relleno sanitario, los que, corrupción e impunidad incluidas, muestran serias irregularidades de origen, debilidades en el manejo de de los desechos sólidos, y oscuros entresijos entre lo privado y lo público que desafían toda lógica matemática, operativa y gerencial. Entre líos, incendios, acusaciones, multas y demandas, hace tres años el vertedero fue intervenido por las autoridades medioambientales, y a principio de este año el presidente Danilo Medina creó una comisión interinstitucional para buscar una solución al problema. Sin embargo, y por no tener la seguridad que amerita, a Duquesa le pegaron fuego y hoy sus humaredas amenazan la salud respiratoria de la población. El castigo tiene que ser ejemplar para los perpetradores, pero también debe haber duras sanciones para quienes debieron hacer lo que no hicieron y cuidar lo que no cuidaron.