Alfredo Vargas Caba

Conocí al santia­guero como yo, Alfredo Vargas Caba, en una actividad in­ternacio-nal de promoción turística que tuvo lugar en Ocho Ríos, Jamaica, en el 1976 sien-do yo el Director del Centro de Información Turística que estuvo situado frente a la Catedral.

Alfredo, que en ese mo­mento ostentaba una posición diplomática como delegado de nuestro país en la Misión Dominicana ante Las Nacio­nes Unidas situada en Gine­bra, Suiza, al mismo tiem­po se ocupaba de promover unos vuelos de Aero-vías Quisqueyanas que hacían la ruta Miami, Santo Domin­go, Madrid, Roma. También estuvo ligado a vuelos chár­ters de la aerolínea Sata de Zúrich-Ginebra-Puerto Prín­cipe-Pointe-à- Pitre, con el operador Hotelplan.

Vargas Caba también contribuyó al enlace de Do­minair, la línea aérea de Po­pí Bermúdez con la israe­lí El Al que hacia un vuelo quincenal desde Tel-Aviv-Zúrich-Santo Domingo-Zúrich. Todo esto describe parte del trabajo realizado por Alfredo para establecer lo que sería la primera co­rriente de tráfico de turis­tas europeos hacia la Rep. Dom., trabajo que con el tiempo él se ocuparía de es­tablecer con rasgos de con­tinuidad, al desempeñarse como Director de la oficina de turismo dominicana en Frankfurt, Alemania des­de donde manejaba todo el mercado euro-peo. Este tu­rismo subió de 60 mil en el 79 a 1.6 millones en el 96. Él fue realmente el gran ca­pitán del turismo europeo hacia nuestro país. A tra­vés de sus estudios, Alfre­do se ha convertido en uno de los mejores conoce-dores de nuestra historia colonial y post-colonial, de la región del Cibao y su cultu-ra y de nues­tras relaciones con Haití. Ha publicado varios artículos so­bre este úl-timo tema en el periódico hermano Diario Li­bre. Actualmente, y por los úl­timos casi veinte años, Vargas Caba se ha situado en el Esta­do de Texas, actualmente en Houston donde se desempeña como intérprete de la Corte Ju­dicial en los idiomas español, inglés, francés, alemán, y por­tugués, con alto grado de éxi­to y reconocimiento en su co­munidad.

Alfredo es el padre, de sus hijas francesas Tiffany que vive en Francia y Lorely que vive en Alemania. Su hijo menor Ma­teo, de su segundo matrimo­nio, es norteamericano, vive en Houston.