ORLANDO DICE
La fórmula de los municipios
Intriga y hasta sospechoso es el reiterado afán de que el presidente Danilo Medina convoque a una cumbre política para tratar la pandemia. Lo hace la oposición, y la oposición no está para eso.
Si el gobierno no llama al liderazgo político y se la da de suficiente, razones tendrá. Si tuviera el dedo metido, el de la cotorrita, hace rato que hubiera buscado ayuda, el concurso de sus oponentes.
¿Qué aguanta al jefe del Estado, la arrogancia del poder o el conocimiento de la mezquindad de sus adversarios, el saber que solo quieren show y no contribuir a superar la peste?
El Estado maneja siempre información privilegiada y la oposición a veces ni supone que está en manos de la autoridad que discrepa.
La actual circunstancia no es excepción.
Aunque lo importante es lo siguiente. Cuando gobierno y oposición se necesitan, se buscan, se encuentran y logran entendimiento, aun en las peores condiciones.
Por ejemplo, el cambio de mando municipal.
Nadie puede creer que el PLD aprobó y el PRM por igual la llamada regla de oro de la municipalidad sin hablar ni verse la cara.
La ocasión obligaba a tratar el cambio de mando en los ayuntamientos ahora en abril, y ya no en agosto, y virtual o presencial, habrá de conformarse una nueva sala capitular.
Ese asunto en manos de la democracia se resolvería en un dos por tres o por cuatro (PRM, PLD, PRD y PRSC ), pero en el pasado se dieron situaciones de rivalidad o discordia que afectó la gobernabilidad.
Hubo entonces que negociar la democracia, y José Francisco Peña Gómez, como el PRD era la víctima propicia, ideó una salida que permitía que brillara luz al final del túnel.
El alcalde más importante que la sala capitular, y el concejo de regidores, en vez de oposición, dará fluidez al gobierno local.
Ese será el ánimo de gestión a iniciarse el viernes 24, Día de los Ayuntamientos, y no cayó del cielo: hubo que tratarla y acordarla, y fue obra de los equipos municipales de los partidos.