El misterio de las pruebas rápidas

El discurso del presidente Danilo Medina el pasado viernes ha destapado una caja de Pandora sobre las estadísticas oficiales que ofrece diariamente el Ministro de Salud Publica con relación al número de pruebas de Coronavirus, resultados de infectados y fallecidos.

Hasta el pasado viernes las cifras dadas por el Ministerio de Salud indicaban que se habían hecho poco más de trece mil pruebas, sin hacer mención alguna de estadísticas sobre pruebas rápidas y sus resultados. El presidente Medina en su discurso planteó que se había hecho una cantidad superior a cuarenta mil pruebas de Coronavirus combinando las de laboratorio, denominadas PCR y las rápidas, lo que produjo un natural asombro en la opinión pública por la contradic ción de estadísticas oficiales.

Lo ocurrido demuestra que el gobierno no ha manejado con la debida transparencia el tema, ya que lo lógico hubiera sido que en los resultados diarios que ofrece el ministro se hubieran dado, desde el principio, un desglose de la cantidad de pruebas PCR y las rápidas con sus correspondientes resultados. Esto es algo que lo que no había ocurrido hasta ayer domingo en que el gobierno dio una cifra diferente a las anteriores, informando que se han hecho 15,583 pruebas PCR y 41,127 pruebas rápidas, que sumadas significan 56,710.

Sin embargo, en esta cifra de ayer no se le informa al país cuáles fueron los resultados positivos de infectados de las 41.127 pruebas rápidas, lo que contribuye a ensombrecer la claridad de la situación real de la pandemia en la República Dominicana. La realidad es que el gobierno dominicano, a más de un mes de la crisis, no ha adquirido las pruebas rápidas cómo debió hacerlo e hicieron los países de la región y se ha limitado a trabajar con las pruebas donadas por diferentes instituciones, lo que indica claramente que no ha sido una prioridad para el Estado la adquisición de pruebas rápidas y masivas para la población, a pesas de ser este uno de los métodos más eficaces utilizados por otros países para contener la pandemia.

Desde el principio de esta crisis planteamos que la compra masiva de estas pruebas era una prioridad y que teníamos previamente que cerciorarnos de la calidad y efectividad de estas pruebas, ya que en el mercado internacional hay muchas estafas aprovechándose de esta desgracia mundial, tal como ocurrió en España que tuvo que devolver ciento de miles a empresas chinas por no ser confiables.

Como he dicho en un artículo anterior las pruebas rápidas de dos canales de Corea del Sur tienen una confiabilidad en sus resultados de un 98% y son las que el gobierno dominicano debió comprar directamente, hablando con las autoridades de ese país y nunca lo hizo. En cambio, países centroamericanos lograron adquirir dichas pruebas a un precio inferior, alrededor de veinte dólares por unidad.

La República Dominicana necesita con urgencia una estrategia combinada del sector público y el sector privado, a corto, mediato y largo plazo para enfrentar esta crisis sin precedentes en su historia, y el presidente saliente Danilo Medina debe entenderlo, por encima de su inflado ego. El país debe estar primero.