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EN LA RUTA

Triste realidad...

La lucha que junto al mundo libra el país contra la pandemia del coronavirus Covid-19, ha puesto de manifiesto una serie de realidades, muchas de ellas absolutamente desafortunadas, destacándose el alto nivel de insensatez de una parte de la ciudadanía que no termina de entender la gravedad de la situación.

Y es que en contraste con los esfuerzos que hace el gobierno central junto al personal médico, policial, militar y de servicios básicos generales, que expone su vida para brindar asistencia y servicio, una gran parte de la población desoye de manera irreverente las disposiciones dispuestas, asumiendo esto con una irresponsabilidad que asusta. Es una afrenta ver como mentalidades desorbitadas desoyen el llamado a quedarse en casa para salir y convertirse prospectos de contagio y agentes de propagación, incrementando el riesgo de sobredemanda al sistema sanitario lo que implica la posibilidad de un colapso y a su vez, un riesgo de muerte para todos. Más de 12 mil personas retenidas por violar la prohibición de tránsito en un toque de queda extendido (aunque insuficiente), no deja dudas acerca del altísimo nivel de inconsciencia de estos inconscientes. Pero junto a eso, y no menos preocupante, resulta ver como otro grupo de infames se satisface con la creación y difusión de rumores y falsas noticias, con el único interés de hacer daño y crear desasosiego.

Apena comprobar el grado de descomposición a que ha llegado una sociedad cuyos miembros, en momentos de calamidad, accionan con semejante falta de civismo y sentido común. El llamado pues, es a rechazar y denunciar esas malas prácticas así como respaldar a las autoridades para que impidan, mediante la persecución y el adecuado escarmiento, la ocurrencia de este tipo de inconductas.

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