Un nuevo aire

La frustración de las elecciones del 16 de febrero, precedido de la brutal campaña desarrollada durante la primera mitad del 2019 contra la eventual repostulación de Danilo Medina y las quejas del leonelismo por el resultado adverso que tuvo en las primarias del 6 de octubre, pusieron en tela de juicio, en peligro, el sistema electoral nacional.

De ahí que la consulta municipal celebrada el domingo 15 de marzo, ha dado el aire necesario, importante, al zarandeado proceso político-institucional.

La vituperada Junta Central Electoral se levanta de sus cenizas al lograr organizar y desarrollar con éxito un proceso eleccionario en menos de tres semanas, del cual hasta el momento no se han hecho las críticas ácidas, denuncias, impugnaciones que caracterizan la generalidad de las votaciones.

Este resultado abre rayos de esperanza y confianza de cara a las elecciones presidenciales y congresuales de mayo próximo, sobre las cuales la generalidad de los dominicanos hemos desarrollado muchas ojerizas, no por el resultado per se partidista, sino por lo que representa para la vida institucional de la nación.

En este escenario, entonces, y en medio de las tensiones y expectativas por los graves efectos que se avizoran por el coronavirus, debemos exigir a los políticos cerrar filas contra la pandemia y deponer el tremendismo y el triunfalismo hueco para salvar entre todos, la democracia y la salud de la población. Lo demás es politiquería, vanidad y oportunismo.