EL INFORME OPPENHEIMER
Las crisis del coronavirus
Hay un creciente consenso entre los economistas internacionales de que Venezuela será el país latinoamericano más afectado por la combinación de la pandemia de coronavirus y el colapso de los precios mundiales del petróleo. Es probable que millones más de venezolanos emigren a otros países, agravando lo que ya es una de las mayores crisis de refugiados del mundo.
Aunque Colombia, Ecuador, Brasil, México y otros países se verán afectados por el colapso de los precios mundiales del petróleo, ningún otro país de la región se verá tan afectado como Venezuela. El país depende del petróleo para el 85% de sus finanzas públicas, comparado con el 8% de Colombia, o el 35% de Ecuador.
El año pasado, las exportaciones de petróleo de Venezuela ya habían caído a $9,000 millones, de $73,000 millones en 2011. Ahora, es probable que caigan aún más rápido, porque las sanciones de Estados Unidos a sus exportaciones de petróleo y un sobre-abastecimiento de crudo en los mercados mundiales harán casi imposible que Venezuela pueda exportar su petróleo por encima de los precios de producción.
El desmoronado monopolio estatal petrolero PDVSA de Venezuela ya está ofreciendo su petróleo con tasas de descuento del 23%, en efecto vendiéndolo a $14 por barril.
Para complicar las cosas, el régimen del presidente Nicolás Maduro no tendrá recursos para afrontar la crisis del coronavirus. La dictadura venezolana aduce que hasta ahora no hay víctimas del coronavirus en el país, pero es muy difícil tomar en serio esa afirmación cuando prácticamente todos los demás países de la región ya han reportado casos.
Con los hospitales venezolanos afrontando una escasez crónica de medicamentos y suministros, y sufriendo por la migración masiva de médicos en los últimos años, Venezuela es uno de los países más vulnerables ante la crisis del coronavirus.
Además, el envejecimiento de la población de Venezuela aumenta las posibilidades de un rápido contagio del virus. La mayoría de los casi 5 millones de venezolanos que han huido del país en los últimos cinco años son jóvenes, dejando atrás a las personas mayores que son más vulnerables al contagio del virus.
Para empeorar las cosas, la desaceleración de la economía mundial y la depreciación de las monedas latinoamericanas reducirán las remesas de los venezolanos que viven en el exterior a sus familiares en el país. El colapso económico de Venezuela ha hecho que muchos venezolanos dependan de los envíos de dinero de sus familiares en el extranjero.
“Es una tormenta perfecta”, tuiteó el experto en petróleo de la Universidad de Rice, Francisco J. Monaldi, esta semana, refiriéndose a factores simultáneos que están hundiendo aún más a la economía de Venezuela.