La paz en Afganistán

El mundo dentro del peligro que representa el llamado coronavirus que ha desatado una enorme preocupación global al punto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una alerta máxima ante la propagación del virus sin haberse encontrado la vacuna que lo combatiría y erradicaría de la faz de la tierra. En medio de esa turbulencia que viene amenazando a muchos países y sus economías, el gobierno de los Estados Unidos y aliados y los Talibanes que combaten en el empobrecido país del Asia Central, han llegado a un acuerdo que a pesar de su fragilidad es un paso significativo para la paz y prosperidad de esa convulsionada nación centroasiática. La intervención de las tropas norteamericanas se produjo tras los acontecimientos de la tragedia del 9-11 que provocó la ira de Washington ante los sorpresivos ataques del grupo terrorista Al Qaeda atrincherado en escabrosos lugares montañoso de Afganistán. 20 años han pasado desde que Estados Unidos y sus aliados decidieron intervenir el 7/10/01 a los grupos terroristas abrigados en esa peligrosa área de conflicto donde también lucharon los soviéticos que una vez controlaban dicho país. El acuerdo prevé el retiro de más de 12,000 soldados estadounidenses y efectivos de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) que han luchado contra la insurgencia afgana a un costo de $2 trillones y decenas de miles de muertos y heridos a lo largo de dos décadas de conflicto. El mantenimiento de este acuerdo de paz, dependería: a) de si los talibanes cumplen las promesas de abandonar las acciones de guerra y dejar aupar grupos terroristas en ese territorio; b) de que los talibanes no cumplan el compromiso de proteger los derechos de las minorías y a las mujeres permitírsele ir a la escuela; c) de la liberación de 5000 insurgentes prisioneros por el gobierno afgano. Las negociaciones secretas desde 2018 culminaron en Doha, Qatar, el pasado sábado.