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VIVENCIAS

Traicionado o estafado

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Juan F. Puello HerreraSanto Domingo

Entre sentirse traicionado o estafado hay una gran diferencia dependiendo de los hechos y circunstancias que rodeen cada caso. Así vemos que se puede contratar a un “experto” para realizar un trabajo de organización del personal en un establecimiento de servicios y este, en cambio, violando las normas de la ética se confabula con el personal para entorpecer su desarrollo.

En el caso que se expone la estafa se limita a un abuso de confianza del contratado y la traición al quebrantamiento de la lealtad o fidelidad que se debe guardar hacia alguien o algo. En versión electrónica encontré un libro de la Dra. Sara Malagold “Más loco que una cabra como decía mi abuela”, que puede aclarar lo que se trata. Resulta que hay una diferencia entre los corderos y las cabras en cuanto a su comportamiento, los primeros una vez destetados siguen a su rebaño, mientras los segundos suelen escaparse y perderse en los montes. Entonces qué recomienda, si bien la traición es demasiado grotesca para pasarla inadvertida, porque quien traiciona ha puesto su futuro a plazo fijo, y con el tiempo solo acumula intereses negativos, no se puede sufrir por ella, más bien reír por haberse librado del traidor, y seguir adelante olvidando lo malo quedándose solo con la fuerza de lo aprendido. Además, aun siendo la traición una estafa y una falta de respeto a la propia integridad, lejos de una depresión permite la revelación de la verdad, sirviendo como experiencia para dar una nueva visión a proyectos no realizados por la falta de iniciativa de los maquinadores.

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