Propósito para el 2020: aplicar las leyes de tránsito

Hace poco, un excelente editorial de El Diario Libre (23-11-2019) informaba: en los últimos 16 años, más de 28,000 ciudadanos perdieron la vidaen nuestras calles y carreteras.

Hace casi diez años, nuestros obispos clamaban: “Dada su escalada, lo de las muertes en carreteras y accidentes en ciudades hay que detenerlo drásticamente con un estudio e implementación de un tráfico más racional y con castigos más severos y reales a tanta transgresión a las leyes de tránsito. Los accidentes no pueden ser la fuente principal de muertes violentas e inesperadas. Urge una sensibilización más sabia y eficaz y un control mayor de los irresponsables. Además, es sumamente conveniente que se siga invirtiendo en la formación de los agentes reguladores del tránsito, ya que mucho entorpecimiento vehicular en las ciudades se debe a torpezas de agentes mal entrenados o con ausencia del sentido común” (Mensaje de la Conferencia de Obispos dominicanos, 27 de febrero, 2010, No. 14).

Necesitamos educación, estudio del tránsito y castigos más severos a los irresponsables. Respetando la opinión de los entendidos, someto a su consideración estos puntos:

Primero, que haya una verdadera y real revista de cada vehículo, efectuada por organismos designados por la autoridad competente, según los modos y tiempos necesarios. El dinero de aquella revista, que autorice a circular un vehículo no apto, chorrea sangre inocente que clama justicia.

Segundo, la ley de tránsito no sirve si no se aplica. También los motores, las yipetas elegantes, los conchos, las voladoras y los camiones abre-que-voy están sujetos a la ley.

Tercero, no solo castigar a los infractores, sino a sus cómplices, léase, responsabilizar a los dueños de colmados de las maromas de sus intrépidos deliveries y a las empresas, en el caso de las irresponsabilidades cometidas por los choferes de sus camiones.

Bajando a dos puntos concretos: uno, cumpliendo la ley, exigir que todo vehículo que transite a velocidad reducida por las carreteras lo haga en el carril derecho y sancionar severamente a los alegres infractores. Hay camioneros residentes impertérritos ¡del carril izquierdo! Avanzamos por nuestras carreteras, ¡hasta el próximo vehículo lento en carril izquierdo! Dos, castiguen la velocidad excesiva, amenaza contra todos, y salvarán vidas. Año nuevo, carreteras nuevas con ciudadanos responsablemente informados y si fuere necesario, ejemplarmente ¡sancionados!

El autor es Profesor Asociado de la PUCMM,