DETRÁS DE LA RENDIJA
Se podía dormir en las calles
Una de las grandes ventajas de estas festividades fue que los taponamientos eran, prácticamente, nulos. Es posible que todo ciudadano que transita las principales calles y avenidas un 25 de diciembre se imagine el utópico panorama de ver el Distrito Nacional en esas mismas condiciones un día no festivo. Pero como dicen por ahí: ¡Soñar no cuesta nada!