Autobiografía espiritual

En las ‘Confesiones de San Agustín’ escrito en el 397 d.C., revela el proceso de una auténtica conversión pasados los treinta años de edad.

La ‘Conversión de San Agustín’ parte de un arrepentimiento sincero que plasma reconociendo sus fallas y vida desordenada de la que es rescatado por la gracia que Dios le mostró y su disposición de cambios traduciéndose en una metanoia o cambio de conducta.

Basta con leer estas reflexiones en las Confesiones donde cuestiona el papel que juega Dios en su vida, y así vemos como Dios cambia sus obras, pero mantiene su propósito.

En esta revisión de los perversos caminos, San Agustín en auténtica amargura de su alma pasa una y otra vez la película de su vida reconociendo todo el bien que había perdido.

Para cualquiera que busque encontrar a Dios está a tiempo todavía de hacerlo porque el Señor con su Gracia y Misericordia derrite los pecados como si fuera hielo y de tierra seca convierte tierra fértil. Llevar una vida alejado de Dios, ¿será vida Señor? Digamos entonces que en compañía de Jesús dejamos atrás todas las frivolidades y vanidades que nos sujetan y nos acogemos a su misericordia que cura el vicio de justificarse a sí mismo. Probando una gota de la dulce verdad del Señor se entiende cuán bondadoso es el amor de Dios, que llega a lo más recóndito de nuestra alma y a la corrupción carnal que aparta de él.