EN LA RUTA
Debe saberse
La captura del presunto narcotraficante César Emilio Peralta Adamez (El Abusador), ocurrida la víspera en Colombia, a tres meses de su “mágica” desaparición y “afanosa” e infructuosa búsqueda por parte de las autoridades locales, abre un abanico de interrogantes que deben ser respondidas.
La primera es como El Abusador pudo escapar de un cerco multiagencial que el pasado 20 de agosto allanó y confiscó una serie de inmuebles, apresando a varios de sus colaboradores y que según las propias autoridades, lo tenían ubicado horas antes en un importante hotel de la zona este del país mientras participaba de una actividad artística.
La segunda pregunta, gemela de varias mas, es quien le avisó y en quienes se apoyó Peralta para escaparse de brazo judicial, salir del país y mantenerse a salvo durante todo este tiempo. De donde venía su respaldo y porqué, si sus alegadas andanzas, ostentosidades, y su pasado delictivo eran vox populi, ninguna autoridad se daba por enterada.
La sociedad necesita saber cuántos “Abusadores” existieron o aún existen, y la razón por la cual fue solo cuando el Federal Buró de Investigaciones (FBI) de los Estados Unidos ofreció una jugosa recompensa por información que pudiera llevarlos ante este fugitivo, acusado liderar una poderosa red de narcotráfico y lavado de activos, que éste apareció.