VIVENCIAS
La falsa conciencia
Se dice que la conciencia es una especie de tribunal interior que juzga nuestras propias acciones y las de los demás como buenas o malas, bajo el entendido que siendo el único núcleo de autoevaluación y actuar moral, debe ser rectamente orientada coincidiendo con los valores fundamentales de la persona entre los que se encuentran la dignidad y transcendencia del ser humano.
El concepto anterior remite a la obra de Erich Fromm el Miedo a la libertad observando cómo los factores sociales, los valores y las consideraciones éticas influyen en la personalidad del individuo.
Desde esa perspectiva, enfocado sobre la racionalidad que supone acompaña a todo acto humano y bajo la premisa de que se asuman decisiones convenientes a los intereses de cada individuo, interviene una falta de adecuación entre la realidad y como la interpreta un grupo humano.
Interpretando a Fromm, lo que se conoce como falsa conciencia tiene una significativa relación con el egoísmo que es una forma de codicia que lleva al hombre a enfrentar graves peligros para lograr sus propósitos, pero temiendo asumir riesgos y la responsabilidad de forjarse sus propios fines. A todo esto se agrega citando Fromm a Balzac de que quien vive así se encuentra aislado en una especie de soledad, pero la más terrible de todas que es la soledad moral.