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POLÍTICA Y CULTURA

Peña Gómez y El Moreno, ¿redivivos?

Durante todo el interregno de los años 1968, 69, 70, e incluso luego, José Francisco Peña Gómez elaboró la táctica de unificar todos los sectores opositores al Gobierno del Presidente Balaguer, con la finalidad de ponerle fin al conjunto de desafueros y clima represivo que imperaba en el país en esos años, y forjar una transición democrática. El Profesor Juan Bosch había dejado el timón del PRD en manos del Secretario General de esa otrora potente organización de masas. Peña Gómez, con esa genialidad táctica que lo caracterizaba, planteaba que para desplazar al gobierno de Balaguer del Poder se requería la unidad de todas las fuerzas opositoras no importando las diferencias ideológicas del pasado. Apenas habían transcurrido tres años del conflicto de abril del 65, en que las tropas del CEFA dirigidas por el General Wessin se habían enfrentado a los constitucionalistas, que defendieron con honor y gallardía la Patria. Para algunos sectores, la propuesta de alianza de todos los anti reeleccionistas, constituyó una osadía y una virtual traición a los principios. Peña Gómez respondió, que en política, muchas veces, “el enemigo de hoy es el aliado de mañana y viceversa” para lograr objetivos comunes coyunturales. Ya Peña Gómez jefe político en el país de la conspiración del 24 de abril de 1965, había logrado establecer niveles de alianzas significativas con el sector balaguerista del “Cuartel”, encabezado por el entonces, Coronel Neit Nivar Seijas y el llamado “Clan de San Cristóbal”, con la finalidad de derrocar al nefasto Triunvirato, ante las carencia condiciones legales mínimas para la celebración de comicios libres.

Un joven dirigente izquierdista, Maximiliano Gómez, conocido como “El Moreno” del combativo Movimiento Popular Dominicano, abandonando los polos ideológicos internacionales de las corrientes pro rusa, pro china o pro cubana, asumió la táctica de unidad con todos los grupos y partidos anti reeleccionistas, para sustituir al presidente Balaguer y lograr un gobierno de transición democrática. Aquella herejía ideológica, lo unió con José Francisco Peña Gómez, por encima de las diferencias políticas que tenían. Militares wessinistas se reunían con perredeistas y emepedeistas en altas horas de la noche en ajetreos conspirativos sin término. Posteriormente el Movimiento Popular Dominicano cometió un error garrafal, al secuestrar al agregado militar norteamericano en el país, para sacar de la cárcel a Maximiliano Gómez, ignorando que esa acción descabellada, troncharía la táctica de la unidad anti reeleccionista, reponiendo las viejas contradicciones con los norteamericanos, lo cual benefició a Balaguer, quien en esos momentos no gozaba del apoyo de Washington a su primera reelección. Esto provocó el regreso de Juan Bosch, y el abandono de los grupos militares insertados en la conspiración. Pero cabe destacar, en este tiempo de lucha electoral por el desplazamiento de la camarilla hegemónica del PLD, que la unidad de sectores diferentes, siempre ha marcado el curso de la historia dominicana. Por ello, Peña Gómez y El Moreno parecen personajes redivivos y actuales.

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