El costo de un periodismo de calidad

En estos tiempos, los sucesos noticiosos del mundo llegan a la gente de manera instantánea. Son especies de flashes que convierten el planeta en un vecindario donde todo se sabe de manera amplia y precisa.

Las noticias son relámpagos universales.

La guerra de los periódicos se libra a partir de la instantaneidad de los hechos y su revelación inmediata.

Los demás aspectos que aportan valor a este tipo de información son la credibilidad, la profesionalidad y la amenidad con que los medios digitales sirven sus contenidos.

También la reputación cuenta: cuando circulan rumores en la población y estos se esparcen de manera viral por toda la geografía nacional, la gente acude a los diarios digitales más confiables para saber si les puede dar crédito a los mismos.

Este fenómeno no está sujeto a horas, ni a días, ni al lugar donde se originen los hechos. Es un fenómeno de vigencia permanente que no está supeditado a nada.

Pero resulta que esa labor informativa tiene un costo que nunca se traspasa a los lectores. Por el contrario, éstos se mantienen informados cómodamente en el lugar o donde estén, sin costo alguno: la publicidad financia esa labor

Este servicio se ofrece gratuitamente y solo procura a cambio algún nivel de lealtad de los lectores. Ya lo dijo el director de este periódico, señor Miguel Franjul: Antes, la gente buscaba el periódico para informarse. Hoy, el periódico busca al lector, lo persigue y lo pone al día sobre lo que acontece en el mundo.