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ORLANDO DICE

En servir al partido

El PLD tiene ahora lo que hacía mucho tiempo no tenía: burocracia trabajando, arriba y abajo. Sigue siendo un partido de masa, pero también de organismos. Sin duda una mutación interesante.

Primero fue un partido de organismos, cerrado, de cuadros profesionales. Después una organización de masa, en la cabía de todo, lo bueno y lo malo.

Ahora de masa y de organismos, dejando claro en la práctica que pueden convivir -organismos y masa-- de manera admirable y enriquecedora.

Los primeros en sorprenderse fueron los peledeístas de la dirección, que no creían a que a estas alturas del juego podría volverse a los antiguos usos y costumbres de agendas y horarios.

Sería injusto decir que Leonel Fernández inmovilizó al PLD, que lo bloqueaba y no permitía que sus diferentes instancias llenaran el cometido.

Pero la verdad debe ser dicha.

En el tiempo de su presidencia hubo más interés en consolidar liderazgos, el suyo y el de Danilo Medina, que en desarrollar el partido.

La ruptura, el distanciamiento, el unilateralismo obra el milagro de que la facción victoriosa recupere la noción de partido y la dirigencia trabaje con sentido de comunidad. Las últimas reuniones y decisiones, pero particularmente la del sábado pasado, confirma un ánimo distinto, una circunstancia diferente. La falta de confrontación interna crea condiciones para la colaboración y la armonía. Pensar que el penúltimo encuentro del comité Político duró 4 horas o saber que el retiro del sábado tardó 7, dice mucho a favor de la institucionalidad perdida.

Ahora no hay emboscadas, ni avasallamientos, y tampoco los temas se esconden o el debate se pospone. La cuña del mismo palo no rompe, y la del extraño se comporta. No hay sospecha ni reserva, y como no se trata de conspirar contra nadie, y menos los que se fueron, sino de reconstruir un partido, la discordia apuesta a menos. Melanio Paredes se siente en la gloria, Abel Martínez hace de su ciudad un corazón, y Margarita Cedeño, supónganse. Gracias a que andaba con su fotógrafo pudo tirarse la foto en familia.

Todos en servir al partido, y lo demás por añadidura.

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