La salud a través del dengue, semana 41, 2019

En el 2012, faltando apenas tres días para que la recién posicionada administración del presidente Danilo Medina celebrara su tercer mes de instalada, sobre la salud no incidían, con la violencia que lo hacen hoy, los azotes de un cambio climático que exacerba sus efectos donde soluciones ambientales y económico-urbanas pendientes se han conflictuado para otorgarle significado de eufemismo.

Entre esos factores está el despliegue mundial de las enfermedades transmitidas por vectores, especialmente el mosquito. Su crecimiento poblacional desde el 2010 adquirió los perfiles definitorios de lo trágico. Entre las semanas 41 de los años 2011 y 2012 los casos de dengue crecieron 2.86 veces.

El drama aumenta al analizar la evolución de casos confirmados: en el 2011 totalizaban 639, de un total igual a 1,776; en el 2012: 3553 de 5,076 informados. Como vemos, en tanto los casos probables sólo aumentaron 1.86 veces en un año, los confirmados crecieron 4.56 veces.

En el 2011, sólo el 12% de los casos probados de Dengue agravó, y de ellos murió el 2.6%. En el 2012 agravó el 2.87% del total de casos probados, falleciendo el 18.63%: 6.17 veces más que en el 2011.

En el 2018 parecía que se conquistaría una victoria importante. Los casos de dengue confirmados habían descendido a 928 casos: casi una cuarta parte (1/3.83) de sus niveles del 2012.

Lamentablemente, el incremento explosivo de la población de mosquitos y de otros vectores a nivel mundial, producto del clima y factores socio-económicos y urbanos, se tradujo en un aumento, también expansivo, de las enfermedades transmitidas por ellos, ante los cuales la población no ha incorporado una cultura autoprotectora activa, ni adoptado actitudes de defensa y ataque, pese a la insistencia y jornadas de las autoridades.

Una tendencia de avance en la eficiencia del sistema de salud y del control sanitario fue evidente hasta la semana 41 del año 2018. Entonces, los casos probados de dengue descendían 45.14% y 73.88%, comparados con sus niveles del 2011 y el 2012, respectivamente. Los agravamientos, fueron el 10.39% y 32.35% de sus registros en igual período del 2011 y el 2012. La mortalidad por dengue exhibía un formidable avance: en tal semana del 2018, apenas una muerte. Representaba la mitad del 2011 y 18 veces menos que su nivel del 2012.

La conjunción de los referidos factores climáticogeográficos, ambientales, urbanos y socioeconómicos sobre la salud se llevaron de cuajo esas mejoras en el plano del dengue, sin que lo ocurrido alcanzara los niveles de otras naciones, como Honduras.

Así, lo ocurrido en la lucha contra el dengue pone a prueba el sistema de salud, mostrando una de sus fragilidades, vinculada al carácter reactivo de las políticas públicas que deriva del limitado presupuesto asignado al sector.

Nominalmente, comparando los niveles de las semana 41 de los años 2011 y 2012 contra la del 2019, vemos incrementos de 22, y 3.14 veces de los casos probados de dengue; 2.45 veces y 1.61 veces en los agravamientos; y de 16 y 0.79 veces de las muertes.

Todo según datos de la Digepi.