Espléndidas imágenes de la señora

Los rezos de Margarita Cedeño son largos, llevan tiempo, y no en familia como recomendaba la Iglesia el Santo Rosario. Se supone arrodillada en cojines y no de penitencia en duro suelo.

Ante el tango invertido de la renuncia de Leonel Fernández se salió de la pista y pidió tiempo para reflexionar, olvidándose de pa cuándo.

Todavía mantiene juntas las manos y la frente inclinada ante el altar de las herejías o las lealtades a los santos antiguos.

San Judas Tadeo dice tenerla entre sus fervorosas.

Los creídos la cuentan entre los suyos y los escépticos se confunden, pues las mujeres de este tiempo oran sin mantillas.

Sin embargo, volvió al Comité Político, y como de Juanita decían que no volvía. Y lo hizo sonriente, como si nada hubiera pasado o la Navidad se hubiera adelantado.

Como a las mujeres del partido les van a dar como premio de consolación por el maltrato del Comité Político, todas las secretarías, ella pidió que le reservaran la de Tecnología de la Información.

El candidato natural, y hasta ideal, era Armando García, director de la OPTIC, pero como no es escocés ni usa falda, le corresponderá ser adjunto.

En política los gestos hablan mejor que las palabras, y si asiste a las reuniones y quiere dirigir, significa que la vicepresidenta no se va.

Habrá que ver si Leonel Fernández fue a recibirla al aeropuerto con una banda de música o la esperó en la casa como muestra de cariño.

Ambos actos hubieran sido de carácter personal, pues políticamente que se olvide en lo de atajar y enlazar. El casamiento fue con separación de candidaturas.

Además tiene que haberse encontrado con una sorpresa, algo que podría parecerle increíble. Nunca dio la cara por ella, nunca la puso en el camino, sino que estropeó su oportunidad.

Sin embargo, como la sangre pesa más que el papel, facilitó las aspiraciones a diputado de su hijo Omar. En la primera negociación lo incluyó con todo el aval de La Fuerza del Pueblo. Vecina, llegó el cuabero. Jurga, vecina.