Que reduzca más la mortalidad materna

La República Dominicana continúa exhibiendo los rasgos que sobre ella cincela la fragilidad invariante del sistema de salud frente a unos indicadores cuya reducción urgente es meta declarada oficialmente.

Como la ciudadanía, las autoridades sanitarias están conscientes del reto. El deber de reducir esos índices ha propiciado cambios en la cúpula sectorial y cada responsable se ha apertrechado de los consiguientes diagnósticos, puesto a su lado a organismos internacionales y estructurado planes con tácticas focalizadas en cuyo despliegue han cifrado el logro de objetivo tal.

En la actualmente en marcha “Alianza nacional para acelerar la reducción de la Mortalidad Materna e Infantil”, cuyo documento marco se publicó en mayo del 2019, las autoridades reconocen que “los resultados no han sido suficientes” y que, en consecuencia “no se han alcanzado las metas programadas”.

Aunque numéricamente las muertes maternas apenas redujeron de 128 a 121 entre las semanas 39 de los años 2015 y 2019, la razón del indicador descendió 18% entre iguales semanas del último año (1918-2019).

En las causas de esta Mortalidad Materna están unas obstétricas directas que, además de significativas, en vez de reducir aumentaban, según el pre citado documento: en el año 2013 representaron el 73% de las causales y en el 2017, el 75%.

Contrario ocurrió con las causas obstétricas ind i r e c t a s : r e d u j e r o n 2p u n t o s p o r c e n t u a l e s : 27% a 25%.

Sobresale que, entre las causas obstétricas, los edemas, proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo, parto y puerperio incrementaran del 19% al 36%, indicando al sistema de prestación de servicios de salud dónde concentrar los esfuerzos terapéuticos.

Significó un incremento de 0.89 veces sobre el nivel del 2013, un grado de causalidad 2.6 veces superior al de las hemorragias del anteparto, del parto y del posparto y el cuádruple de los abortos.

Según el documento de Salud Pública, la estrategia actual para reducir los niveles de Mortalidad Materna enfoca el control de este grupo y de otras causales como las Sepsis.

Aunque estas causan menos muertes maternas (5% en RD vs 1.8% en países tropicales), estudios recientes asignan a su gravedad severa, la muerte de hasta el 40.4% de las mujeres afectadas (Cornelissen, L. y colaboradores.

“Análisis secundario del ensayo MUJERES para explorar el riesgo de Sepsis después de tratamientos invasivos para la hemorragia posparto”, London School of Hygiene and Tropical Medicine, Londres, Reino Unido. En: International Journal of Gynecology and Obstetrics, agosto 2019).

Respecto a la eclampsiapreclampsia: la persistencia de sus niveles de causalidad en la Mortalidad Materna de países en desarrollo está documentada, con estudios que la vinculan a la accesibilidad a los servicios de salud y a la calidad de la prestación (Ghulmiyyah, Labib y Cols. “Maternal Mortality From Preeclampsia/ Eclampsia”. En “Seminars in Perinatology”, Volume 36, Issue 1, February 2012, Pages 56-59).

Salud Pública ha socializado todo este diagnóstico y puesto en marcha iniciativas, protocolos y soluciones para fortalecer la calidad de la atención, incluyendo seguimiento a las embarazadas. La pelota ha quedado en la cancha de los ginecólogos y ginecobstetras.