Lo que hayas de hacer…

Cuentan las Sagradas Escrituras (Juan 13:27) que en un momento de la última cena Jesús volteó hacia Judas y le dijo: “Lo que hayas de hacer, hazlo pronto”.

No era tanto apresurarlo, o evitar que les tomara la noche, como salir de una situación que estaba prevista y que era ominosa.

Igual quisieran los oficialistas urgir a Leonel Fernández ahora que se la da de alzado y actúa en justicia contra de su partido.

Ningún dirigente o militante del PLD se atrevería a negar la intención o propósito de Fernández de abandonar las filas de la organización en que logró fama y gloria.

No es que quieran que se vaya, tampoco lo empujan, pero nadie está obligado a lo imposible, y más que imposible que este pueda recogerse y aceptar el resultado de las primarias.

No hay que irse tan lejos como al México de la Conquista para darse cuenta de que Cortés empezó a quemar las naves convencido sus hombres de que no habría marcha atrás.

Aunque Fernández tiene su propio estilo, su manera propia de hacer las cosas, y ni siquiera de Juan Bosch copia. A Bosch le dio un pique, como el de Roberto Saladín, y renunció a la intemperie y después levantó tienda.

No quiso llevarse las bases, sino la crema de una nata que llevaba meses batiendo. El PRD se quedó como era, pero con el estigma de que había cumplido su misión histórica.

Fernández no hará igual, como líder indiscutible dejará al PLD como un territorio desolado después de los duros enfrentamientos entre indios y caballería.

Los apóstoles no entendieron lo que Jesús dijo a Judas, del mismo modo que los peledeístas tampoco los millones de firmas de Fernández.

Ahora se tendrá razón y se sabrá también que La Fuerza del Pueblo, más que consigna, nombra una coalición política que sustentará su causa.

Sea en lo inmediato como candidatura o a largo plazo como partido alternativo, pues la vida no se agota en el 2020. Solo que antes de irse tratará de hacer el mayor daño posible.