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ORLANDO DICE...

Finca de precandidatos

Leonel Fernández habló de convertir al PLD en una fábrica de presidentes, pero resultó mal gerente, pues cerró el local y se quedó adentro él solo.

Diríase que egoísmo político, o mezquindad de grupo, ya que entre los suyos ninguno parece tener talento para desarrollarse como candidato alterno.

Mientras él respire, que nadie aspire.

Danilo Medina fue más modesto. Abrió una finca de peloteros y permitió que seguidores suyos se lanzaran al campo del juego y sobre la marcha aprendieran las habilidades de una candidatura.

Gonzalo Castillo no tendrá las cinco herramientas, pero fue subido a Grandes Ligas con average ajeno y otros batearon, corrieron y atraparon por él.

Acaba de ganar el campeonato de bateo en las primarias del PLD, al modo de Christian Yelich, por décimas, y constituyéndose en un sorprendente novato del año.

Cuando se consideró impensable la hazaña, referí el modus operandi de Danilo Medina y su gente, que dejan pasar el tiempo y solo se deciden a asumir la lucha en el último momento.

En sus anales registran haber hecho a Reinaldo Pared secretario general en solo diez días, logrado mayoría en el Comité Central en menos de un mes y (de acuerdo a rumores) creado las condiciones para que David Collado fuera alcalde de la capital en pocas semanas.

Esa experiencia de récords extraordinarios en el competitivo mundo de la política, favoreció al precandidato Castillo.

Con saltos cortos e inseguros el delfín pudo hacer piruetas en el agua y ganarse la atención de propios y extraños. El león vino a enterarse cuando ya era tarde.

Dijo haber perdido su violín por culpa de un primo, pero como parte de la orquesta y cambiando de instrumento, descubrió amargamente que no es lo mismo violín que guitarra.

Los afanes de estos días no tienen otra finalidad que salvar la cara, preservar liderazgo, pues ¿cómo dejar al libre discernimiento su falsía?

Había adelantado que obtendría tres millones de votos, la misma cantidad de firmas, y ni las ganas. Las chinas salieron agrias después de haberlas pagado.

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