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EN RELEVO

Así no es la cosa profesor

El voto automatizado no es un invento de última hora. La Junta Central Electoral lleva meses socializando y exhibiendo sus virtudes. Lo han mostrado a partidos grandes y chiquitos que van a primarias y que no; a Hipólito y Luis; a Danilo en Palacio y a Leonel en Funglode. Se han realizado simulacros y se ha promovido ampliamente en todos los sectores sociales.

A principios de año la Junta discutió y aprobó con los delegados de los partidos todos los procedimientos de votación, escrutinio y transmisión de resultados a utilizarse en las primarias de este domingo. Tuvieron nueve meses para hacer observaciones o expresar preocupaciones, y nadie manifestó dudas o inseguridades, ni sugirió conteo manual. Por el contrario, todos mostraron satisfacción y confianza en el sistema.

Sin embargo ahora, a pocos días del evento, un grupo de facinerosos y fabuladores dudan del sistema automatizado de votación, denuncian intentos de fraude y llegada de hackers extranjeros. Y sin presentar una sola prueba que aliente sus temores, solicitan trastornar los procesos establecidos para el escrutinio y la transmisión de datos.

Cuando se decidió implementar el voto automatizado, se acordó que a modo de auditoría los votos físicos fueran contados y cotejados con las actas en veinte por ciento de las mesas. Pero ahora estos irresponsables exigen que los votos se cuenten manualmente en todas las mesas... Desechar el escrutinio automatizado.

Un pedimento absurdo, impropio de gente que dice representar el progreso y la modernidad. Además de un imposible material, técnico y logístico.

Pretenden embaucar con la misma treta del dieciséis. No buscan mayores niveles de transparencia y legitimidad para el proceso. Lo que quieren es sembrar dudas y tratar de deslegitimar unas primarias que se proyectan desfavorables. Y les importa un carajo el daño institucional que sus perversidades puedan ocasionar.

Muy correctamente la Junta Central Electoral parece negada a complacer esta necedad. Su presidente recordó que los partidos políticos se pusieron de acuerdo con el proceso del voto automatizado, y que por tanto todo “está concertado, estudiado, proclamado e instruido”. Y advirtió que contar manualmente las boletas podría tomar meses y conducir a un “caos nacional”.

Precisamente lo que busca esta gente que definitivamente carece de escrúpulos en la persecución de sus desbordadas ambiciones; no miden consecuencias institucionales y personales, y no les interesa la suerte de su partido o del país.

Utilizan todo tipo de campañas sucias y asquerosas; se valen de chantajistas y sicarios morales; insultan, mienten y difaman. Estuvieron detrás del atentado contra el turismo, llevan meses intentando desestabilizar la economía y ahora pretenden llevarse de encuentro la credibilidad de la Junta y del proceso democrático... No tienen límites y son capaces de cualquier diablura.

Tiene que ser candidato y volver a ser presidente por las buenas o por las malas. ¡O que entre el mar!

Y así no es la cosa profesor. A una competencia se va a ganar o perder.

Si ganan celebren. Lo merecen. Pero si pierden acepten con humildad su derrota.

Al país y su democracia no corresponde pagar el precio de ambiciones desmedidas y apetencias insaciables.

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