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Danilo y los riesgos

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Luis Encarnación PimentelSanto Domingo

A no ser por las debilidades humanas y las complejidades inherentes al manejo del poder, Danilo Medina y Leonel Fernández no estarían hoy en una lucha abierta por controlar al PLD y al país, sino el primero centrado en las tareas oficiales para terminar con éxito su mandato, y el segundo (ya como candidato proclamado) procurando que la organización fundada por Bosch ganara y siguiera gobernando. En tales circunstancias -y sin poner en riesgo la unidad partidaria ni los liderazgos de las dos figuras protagónicas-, el éxito electoral de los morados estaría asegurado, sin dar pie al desgarre de las partes o a una división insalvable que le otorgue carta de ruta a la oposición política. Por lo pronto, un acuerdo racional que llevara a integrar una fórmula Leonel-Gonzalo, hubiera librado al proceso actual de muchos traumas y sobresaltos. Y más importante aún, le evitaba al país un alarmante derroche de recursos públicos y la pérdida de un tiempo precioso por parte del equipo de funcionarios -el gobierno en pleno (¿)- que se ven con “todo el brazo metido” en favor del candidato que impulsa el presidente Medina. El mero asomo de que los actores políticos responsables de la estabilidad macroeconómica del país en los últimos tiempos puedan salir de juego debido a desavenencias e intereses particulares, es un factor de “ruido” y de temor para los agentes económicos, que probablemente pudieran entrar en pánico y frenar -o posponer- proyectos importantes de inversión y el ingreso de capitales extranjeros. Un empecinamiento del jefe de Estado en querer cerrarle el paso a Leonel e imponer a Gonzalo, lo ponen -sin necesidad y sin aporte a la vista- en gran riesgo de recibir una derrota en partida doble. ¿Qué garantía especial le puede dar Gonzalo Danilo desde la silla de alfileres, que no le pueda brindar Leonel, quien le abrió paso al poder? Una derrota al “delfín”, como el ojo agudo apunta, sería una derrota a Medina. Y de caerse una viga y Gonzalo ganar el tramo de octubre, pudiera darse un salto al vacío (¿). Sencillo: Porque además de no unificar al PLD ni tener las dotes de Leonel para garantizar el triunfo, un posible llamado por el caso Odebrecht dejaría a los morados sin candidato (?). Y al riesgo de Danilo, se sumaría el “pecado sin provecho”.

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