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COLABORACIÓN

Un líder para el 2020

En un artículo titulado “Un líder del conocimiento para el Siglo XXI”, el embajador dominicano ante la OEA, Gedeón Santos, exalta las cualidades del ex presidente Fernández y cito: “Hoy por hoy, el doctor Leonel Fernández, no solo es el más depurado líder del conocimiento con que cuenta el país, sino también el mejor activo global para conectarnos sin demora al intrincado mundo del siglo XXI” (Listín Diario, 26 de agosto, 2019, p.14).

El embajador Santos pretende que aceptemos su relato de que, concluyendo la segunda década del siglo XXI, apenas se configura “la nueva sociedad del conocimiento”.

Recordemos que la Internet y la Web surgieron en los 80 y 1991, respectivamente, y ambas se propagaron a fines de los 90. Los teléfonos inteligentes surgieron hacia fines de los 90, el BlackBerry en 1999 y el IPhone después en 2007. El proceso de extraer información de los grandes datos o volúmenes de datos (Big Data) se cristalizó ampliamente en 2005. La inteligencia artificial se desarrolló en los años 30 y 40, el término se acuñó en 1956 y para el 2005 se habían definido los campos principales de investigación.

El Dr. Fernández estaba tan consciente de la importancia de la tecnología digital para el conocimiento que ya en 2006 propuso, como anfitrión, que la Asamblea General de la OEA tomara para su declaración el tema “Gobernabilidad y desarrollo en la Sociedad del Conocimiento”, la cual fue aprobada el 6 de junio de ese año. Además, se adoptó un plan de implementación de apoyo a dicha Declaración.

En estas resoluciones se instó a los gobiernos “a continuar promoviendo el desarrollo, incorporación y uso de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) tanto a nivel de las instituciones públicas como de la sociedad en general” y a “reforzar el compromiso de promover la alfabetización, así como la inversión, en ciencia, tecnología, matemáticas, ingeniería e innovación en la educación primaria, secundaria y superior”.

¿Que hizo Fernández para ejecutar este compromiso hemisférico propuesto por él mismo, requisito elemental para que los ciudadanos adquieran las herramientas para acceder a la sociedad del conocimiento? Resistir a capa y espada por 15 largos años el cumplimiento de su propia ley 66-97, que otorgaba el 4% del PIB a la educación. No importó la lucha de la Coalición Educación Digna o que el 91% de la población apoyara la entrega del 4% a Educación (Encuesta Gallup-Hoy, 7 diciembre 2010), Fernández se opuso a incluir el monto en el presupuesto (Listín Diario, 5 noviembre 2010).

En vez de utilizar la tecnología de punta para luchar en contra de la delincuencia, compró las famosas Harley Davidson que no servían para negociar las calles y callejones de los barrios, y el programa Barrio Seguro languideció por falta de recursos. Mientras, los homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes se dispararon y en sus 8 años de gobierno, de 2004 a 2012, la tasa promedió 24 por 100,000, la más alta de nuestra historia desde que se llevan estadísticas sobre la materia (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito/UNODC, Global Study on Homicide 2011 y Banco Mundial). Vale la pena resaltar que el promedio global de homicidios en 2012 fue de 6,2 por cada 100,000 habitantes y que la Organización Mundial de la Salud considera una tasa superior a 10 homicidios por 100,000 el equivalente a una epidemia. Fernández tampoco logró bajo su liderazgo cumplir con la mayoría de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, 2000-2015. Para el 2012, su gobierno solo había cumplido con antelación el primer objetivo: erradicar la pobreza extrema y el hambre, pero ninguno de los demás. En particular, el país no cumplió para 2015 con las siguientes metas: lograr la enseñanza primaria universal; reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años; mejorar la salud materna; garantizar la sostenibilidad del medio ambiente; ni fomentar una alianza mundial para el desarrollo (mdgTrack). Sin embargo, para viajar al exterior siempre apareció el dinero. Entre 2004 y 2012, el presidente Fernández realizó 70 viajes al exterior, pasando 392 días fuera del país, con nutridas comitivas, gastando miles de millones de pesos (Acento.com.do, 14 de julio de 2011 y 5 de mayo de 2012). Claro, desde el 2008, el gobierno incurrió en déficits fiscales superiores a los RD48,000 millones anuales “registrando el mayor déficit en 2012 por alrededor de RD153,803 millones” un 6,9% del PIB, “violando nueve leyes diferentes, incluyendo la Constitución” (CREES, 21 mayo 2013 y 12 marzo 2018; e Informe de la Comisión Técnica del Consejo Económico y Social, 22 noviembre 2012).

Para insertarnos en la sociedad del conocimiento del siglo XXI no necesitamos un rey filósofo. El país requiere un líder que coloque al ciudadano primero, sepa generar empleo y trabajar en equipo, sea fiel a su palabra, y cumpla con la Constitución y la ley. Ese líder es Luis Abinader. No cabe duda. ¡El Cambio Va!

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