Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

POLÍTICUSWEB

La encrucijada del Colegio Dominicano de Periodistas

El colegio que agrupa a los periodistas dominicanos se colocará otra vez el próximo viernes en una gran encrucijada. Su debilidad institucional se ha ido deteriorando con el paso de los años y el accionar de sus directivos fue cayendo en una anomia que espanta.

Todos los comunicadores saben que está agotado el modelo en que se sustenta el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP). Que sus fallas de origen fueron profundizándose ante el empuje de las vertiginosas transformaciones, tanto en la profesión como en las tecnologías de la información y la comunicación.

No obstante, lo más preocupante resulta que las sucesivas directivas en los 28 años de su creación, no impulsaran los cambios requeridos. No solo en el manejo de sus estructuras internas, sino también mediante la modificación de la Ley 10-91, para adaptarla a esta nueva realidad.

Hay que recordar, que cuando el Congreso Nacional votó la legislación, ya los propulsores de la colegiación periodística habían sido derrotados en el frente de batalla.

Los representantes de la gran prensa impusieron la “no obligatoriedad” en la colegiación. Y en nombre de la vapuleada libertad de expresión, los usurpadores de esta profesión se han servido con la cuchara grande.

Por eso ahora, un proyecto de modificación de la decadente Ley 10-91, que fue depositado hace alrededor de dos años en el Congreso, solo ha recibido el desinterés, el desdén y la denigrante apatía de los legisladores, sin que al parecer a los periodistas tampoco les importe.

Se advierte también que las pospuestas elecciones que celebrará el Colegio Dominicano de Periodistas el próximo viernes, para elegir sus nuevas autoridades, plantea otra situación delicada. Se produce en medio de un proceso de ebullición política en el país, donde aumenta el interés de la partidocracia por controlar este tipo de organizaciones. Las experiencias son desastrosas cada vez que ha asomado su cabeza.

Todas las corrientes que interactúan en el CDP, que crecen como la verdolaga dominicana, deben entender el reto que tienen por delante en la actual coyuntura, independientemente de los contados logros que puedan exhibirse.

El compromiso tendrán que asumirlo por igual los miembros de la sempiterna plancha unitaria de los Movimientos Marcelino Vega y Raffy Durán, de Mercedes Castillo y Olivo de León. Así como la de los movimientos Convergencia, 19 de Marzo y Orlando Martínez, de David Lorenzo, también con un prolongado accionar.

Otra plancha que además se inscribió a la dominicana para participar en la contienda es la integrada por numerosas corrientes afines a la directiva que concluye su mandato, la cual encabeza Juan Carlos Bisonó, nativo de Santiago y actual presidente del Instituto de Previsión y Protección del Periodista (IPPP).

Sin importar los resultados que ofrezca la comisión electoral presidida por Rodolfo Coiscou, la verdad monda y lironda es que desde hace muchos años en la institución prima el aislamiento, la crisis administrativa, financiera y de servicios, así como las ausencias, deserciones, denuncias de corrupción y falta de gerencia en las diferentes funciones.

Esto ha colocado al Colegio Dominicano de Periodistas en una encrucijada, que lleva a cuestionar a veces su razón de existir. Ahora se presenta una nueva oportunidad, para que los aspirantes a dirigirlo no vuelvan a dar la razón a los sectores que así piensan y rediseñen su imagen y reputación en la sociedad.

Tags relacionados