Liderazgo de calidad y juventud que busca espacio 2

Hay dos aspectos diferentes que son muy importantes. El primero tiene que ver con la juventud y los desempleados en sentido general que aspiran a una mejor vida. Si buscamos las estadísticas encontraremos que en los países pobres y en desarrollo la mayoría de la gente se esfuerza para apenas sobrevivir, careciendo de los servicios y artículos de consumo que resuelven la subsistencia.

Esto se convierte en un problema de gobierno, cuyas autoridades deben analizar y propiciar la implementación de fórmulas que contribuyan al desarrollo continuado, y por ende, a una mayor cantidad de empleos. En los países pobres y en desarrollo las autoridades de gobierno generalmente no tienen esa capacidad de planificación, organización y toma de acción.

En los países desarrollados y ricos la mayoría de la gente, es decir, de un 80 a un 90 % aunque no sufren las carencias al extremo de los que viven en los países pobres y en desarrollo, también tienen sobre sí el peso de subsistir y lograr escasamente armonizar el pago de las cuentas de cada fin de mes. Esto contrasta, enormemente, con las fabulosas fortunas que a diario son resaltadas en manos de individuos y familias que casi sin importar lo que quieran gastar y dilapidar, no hay manera en que puedan gastar esas cuantiosas fortunas.

Resulta obvio que alguien tiene que encontrar una fórmula adecuada para que estas cosas se puedan armonizar y lograr un mayor grado de justicia socioeconómica.

Si a esto añadimos el aumento poblacional exagerado que marca el último siglo, podemos ver que el problema no es chiquito. Hace 2,000 años, en tiempos de Jesucristo, el mundo conocido estaba poblado por unos 170 millones de personas; al año 1800 llegaban a casi 1,000 millones; luego 6,000 millones en el 2000; 7,000 mil millones en el 2011, y 7,350 millones a noviembre del 2017. Se proyectan 10,000 millones para el 2050 y 15, 000 millones para el 2100. A ese ritmo las soluciones se hacen cada día más difíciles.

Sin embargo, se impone la búsqueda de una solución. Todo parece indicar que si los humanos no lo hacen, la naturaleza se ocupará de hacerlo.

El conglomerado humano todavía no da muestra de estar consciente de la responsabilidad que tiene a mano, por ende, tampoco se nota un esfuerzo concertado de naciones o líderes que bajo un mismo propósito se encaminen a la búsqueda de esa solución. El segundo aspecto la próxima semana.