A suerte y mayoría

El PLD fue un partido de organismos hasta que Leonel Fernández cayó en situación de minoría en los comités Político y Central.

No es que abjurara de esas instancias, sino que si podían evitarse, se evitaban, y se daba paso al credo de las firmas.

Firmas en carretillas, firmas en formularios. El hecho era nuevo, pero como toda expresión de vida, incluyendo vida política, tenía que provocar y provocó consecuencias.

El discurso fue de calle, de enaltecer el pueblo y reconocerlo como el verdadero elemento de soberanía y poder.

Siempre fue así, desde los inicios del mundo, pero en el PLD se tenía por consigna servir al partido para servir al pueblo. El partido por tanto era primero que el pueblo.

Ahora Fernández, cual camaleón, abandona el discurso de soberanía popular y asume otro distinto. Todo poder reside en Dios, y Dios es que quita y pone presidentes. Una concepción política retrógrada, de atraso, pero Fernández se ve y quiere que lo vean como heredero de David.

Entonces no es el PLD que cambia, no es el Comité Político que incumple acuerdos. Cambia Leonel Fernández y su grupo se resiste a los organismos.

La alternabilidad en la presidencia de la Cámara de Diputados. Los medios quieren echar el pleito para que se honre lo que se supone palabra empeñada, y hasta editoriales. Lo que olvidan es que los seguidores de Fernández fundaron tienda aparte en la Cámara de Diputados.

Mientras se sesionaba adentro, ellos protestaban afuera, y tanta fue la distancia que hasta se decidieron por un vocero distinto al oficial. Al nombrado por el Comité Político.

El que quiere entender entiende, pues las cartas fueron puestas boca arriba hace mucho. ¿Cómo se le puede pedir al Comité Político que haga lo que se supone debe hacer, si ese Comité Político fue desconocido?

La línea congresual la decidía el Comité Político y en la Cámara de Diputados los parciales de Fernández dejaron de lado el piloto automático.

Que ellos pues -entonces- en base a su suerte y mayoría elijan a Demóstenes Martínez presidente de la Cámara.