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ORLANDO DICE

Una dictadura, otra dictadura

Danilo Medina se ganó el sobrenombre de dictador porque pretendió violar la Constitución para hacerse con un nuevo mandato a la presidencia. El sobrenombre lo mantiene, pero el país se salvó de una dictadura que por lo que decían -en propósitos- sería bestial.

A falta de dictadura, exceso de democracia, una situación que podría estarse dando en el interior del PLD. Al levantarse de nuevo el telón figuran nuevos actores en el escenario.

Las primarias tenían que tener y tienen una consecuencia admirable. La consagración del derecho universal de elegir y de ser elegido.

Una competencia interna en que participen más de diez candidatos, e incluso siete de un solo sector, tiene que dar democracia por todos los lados. Helados de todos los sabores, sazón con innúmeros ingredientes. El público deberá acudir en masa, y más si la convocatoria es gratuita.

La circunstancia, sin embargo, no es del agrado de todos los peledeístas, siendo el colectivo en que se produce el fenómeno.

Burla porque el bando de Medina acredita a siete aspirantes, cuando debiera ser lo contrario. Burla a la facción de Fernández porque este consume toda la cuota.

Igual se niega espacio a otros pretendientes a la nominación, y en especial a las mujeres que intentan correr, como Maritza Hernández y Margarita Cedeño.

En una consulta que ya cuenta con nueve hombres, dos mujeres no harían más que diversificar la oferta y enriquecer la propuesta.

Esa discriminación es dictatorial, y el género ni se entera. Igual el núcleo contrario a la reelección, defensor entrecomillas de la Constitución, pero muy negado a compartir causa y suerte.

Incluso los seguidores del presidente del partido llegan al extremo de plantear su escogencia sin someterse a escrutinio, sin participar en las primarias.

Una violación a la propia Carta Magna que eleva a los partidos a categoría constitucional y le impone “ sustentarse en el respeto a la democracia y a la transparencia ”(Artículo 216).

La vigilancia es de lugar, pues salvando una dictadura podría caerse en otra, pues los procedimientos no son el mensaje, pero sí la vía.

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