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Que la Constitución no sea más “un pedazo de papel”

Se toman estos factores reales de poder, se extienden en una hoja de papel, se les da expresión escrita, y, a partir de este momento, incorporados a un papel, ya no son simples factores reales de poder, sino que se han erigido en derecho, en instituciones jurídicas.

LASALLE, Ferdinand. ¿Qué es una Constitución? Alemania. 1862.

El análisis de coyuntura y de la situación nacional, encabezado por un todavía no visto proyecto de modificación constitucional para permitir al actual mandatario buscar un tercer periodo arroja resultados desalentadores, no propicios.

Sus promotores aducen que la violación al texto magno implícita en tal “iniciativa” se salvaría modificándolo con algo que no lo modifica.

Dos tercios de la población en edad para votar, entretanto, rechazan tal propósito.

Las consignas “La Constitución no se toca” y “La Constitución no está en venta” dominan el ámbito político nacional.

Ante la historia dominicana reciente sólo un loco asumiría tal aventura en condiciones tan inhóspitas, con altos riesgos de fragmentación partidaria y derrota electoral. Los efectos sobre quienes lo propiciaron en el pasado y escenario similar están a la vista.

El Presidente no es ese loco. Es un PLDísta. En esta organización los métodos de trabajo y de resolución de conflictos están claros.

El triunfo de un proyecto que no encuentra forma de entrar al Congreso quitaría al PLD la posibilidad de, ahora, consagrar su mayor aporte a la institucionalidad dominicana: una línea de Pizarro entre las 1ras, 2da, 3ra y 4ta repúblicas.

Al no ir tras un tercer mandato, Danilo ganaría el laurel de reiniciar la historia: quien cortó de cuajo y para siempre el lastre de caudillos colocados por encima de la Constitución y las leyes. Quienes lo sucedan no gobernarán más allá de lo que permite la Constitución.

La historia comienza un día y hoy empuja ófuerteó por validar la Constitución.

La causa la proclamó y asumió, en todas sus consecuencias, el expresidente Leonel Fernández. A sus vientos ató las velas de su precandidatura. Alrededor del tema se integra ya más del 66% de la población: la garantía de triunfo para el 2020 está ahí.

¿Quién contravendrá esta auspiciosa corriente, tan claramente favorable al presidente del PLD? ¿Un clímax constitucionalista elevado a metáfora histórica con rango de alternativa validante y de Estado, superando las demás coyunturas? El PLD puede hacer victoria partidaria del revés.

Sólo un loco anarquista desafía tal avalancha y oportunidad partidarias. Repito, Danilo Medina es un gobernante lúcido, inteligente y sagaz. Quizás la reelección sea tema de quienes aspiran a extender la vigencia de Medina por y para ellos mismos. Olvidan la frase Saldré de la Presidencia con pocos amigos. O algo así. Medina, ¿hará lo propio? La gobernanza fortalecida es su responsabilidad. ¿Buscará reelegirse? Creo que no.

El PLD, que discurre sin resolver tal conflicto, no permitirá riesgos a su triunfo en el 2020. Tampoco renunciará a la oportunidad de avanzar en su objetivo fundamental: completar la obra de Juan Pablo Duarte y los Trinitarios, fortaleciendo la democracia. Esto es, a decir del Profesor Juan Bosch, restituyendo a la Constitución su valor de “plano del Estado”, secuestrado por los caudillos de las 1ra, 2da, 3ra y 4ta repúblicas, incluyendo a restauradores, Lilís, Trujillo y Joaquín Balaguer, quien con cinismo provocador e impúdico se burló del país al decir: “La Constitución es un pedazo de papel”.

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