Si la mayoría dice no...

Si la mayoría de los dominicanos no acepta el resultado de la investigación oficial sobre el ataque a David Ortiz, Felices los Cuatro.

No hay por qué llevarle la contraria al colombiano Maluma.

Nada extraordinario, raro y que no se esperara. Como los discursos del presidente de la República ante la reunión conjunta de las cámaras el 27 de febrero: No llenó las expectativas.

El dominicano nunca deja de ser dominicano y no es verdad que el Procurador Jean Alain Rodríguez y el director de la Policía Nacional Ney Aldrin Batista lo iban a cambiar.

Además, el dominicano había hecho sus propias averiguaciones y eran más emocionantes que cualquier reporte judicial, o por lo menos los personajes eran más de película.

Una mujer (cherchez la femme), un temible gánster de barrio, una deuda de juego (conviene buscar rastro al dinero) y un lugar donde se divierten los malos.

El informe policial salva a Ortiz y el expelotero resulta inocente desde todos los ángulos y puntos de vista, aunque a partir de ahora deberá cuidarse de la junta.

Deberá tener más conciencia de quién es y representa como dominicano o bostoniano o marca de calidad humana o comercial.

El dominicano tampoco anda muy descaminado si también los medios de prensa norteamericanos expresan reserva respecto a los hallazgos o evidencias de las autoridades nacionales.

El Procurador Rodríguez que ya tenía problemas de credibilidad, arrastra sus malas credenciales al campo internacional.

No convenció ni a propios ni a extraños, y cuando intenta congraciarse con cadenas de Estados Unidos, la consecuencia es peor.

No es que le busquen la quinta pata al gato, sino que habló en principio de tigre y presentó un miso de patio. El sacudimiento de la montaña no fue para partirse en dos, sino para parir un ratón.

Cosa diferente, pero de dominicanos o entre dominicanos. Que nadie haga del asombro un corazón. Con Odebrecht, hoy, será igual la reacción.

Antes de hacer el corrido normal de bases, se roban el home.