El PIB y la pobreza
El crecimiento económico ha sido una preocupación que aparece en la literatura económica, pero en las últimas cuatro décadas el interés que este ha despertado es mucho mayor fruto de que varios países pobres se han convertido en ricos. Es a raíz de este fenómeno que ha surgido la teoría formal del crecimiento económico cuyo hallazgo relevante es la presencia de la desigualdad, aunque se observan tasas de crecimiento significativas.
El factor poblacional continua siendo la preocupación en los efectos del crecimiento económico fruto de que la transición demográfica sigue inconclusa en las economías en vía de desarrollo. La visión maltusiana de que el grado en que la población varía rápidamente y la producción de bienes luce estancada, está vigente en las naciones en vía de desarrollo y esta es una razón poderosa que se observa en la asimetría entre el crecimiento del PIB y la desigualdad.
Tambien, la distribución desigual del crecimiento entre las naciones ha generado un enorme incremento de las diferencias de riqueza entre países ricos y países pobres, lo cual se traduce en diferencias en los niveles de vida. No obstante, se reconoce que el crecimiento económico en el mundo ha sido un atenuante para que muchos países hayan abandonado la pobreza, sin embargo, miles de millones de personas siguen necesitadas, significando que el crecimiento económico es insuficiente para eliminar la pobreza.
Mientras los países no concentren su atención en el fortalecimiento institucional y el respeto por sus normas Constitucionales, el crecimiento económico será una descripción de cifras que solo expresan cuantificación de la producción de riqueza. Cuando se observa el ranking de los países con mayor desigualdad, el problema predominante, es el deterioro de la institucionalidad, la corrupción, la inseguridad jurídica y la baja credibilidad en las instituciones.
El crecimiento económico no es sostenible si no se prioriza el factor tecnología e innovación, pues los países que están a la vanguardia de esta son los que experimentan mejores tasas de crecimiento del PIB. Es por tales razones que los países que están rezagados frente a los avances tecnológicos, registran menores tasas en su crecimiento económico y exhiben mayores índices de pobreza e insignificante desarrollo humano.
A la Luz de la razón, a escala planetaria las evidencias demuestran que el progreso tecnológico es cónsono con el crecimiento económico y la vía fundamental para mitigar la pobreza que han encontrado los hacedores de politica económica para el combate al flagelo. En igual orden se puede afirmar de manera sesuda que si un pais registra un rendimiento decreciente en la innovación tecnológica, el combate a la pobreza es una simple y falsa ilusión inexcusable.