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PUNTO DE MIRA

Trepadores ya están desesperados

La pregunta ineludible es ¿para qué mantener a un pueblo con la angustia de la reelección? Esto es una crueldad que genera tensiones innecesarias. Los políticos están entrenados en esta guerra de nervios, pero en la población esto acumula una peligrosa hostilidad.

El pueblo se opone a la modificación constitucional pero no tiene que ser castigado por eso. Todos sabemos que las tensiones políticas las genera la ambición de poder contra lo que hay una disposición en la carta magna. No hay vuelta floja.

Si desisten de convocar la reforma las actividades financieras y políticas serán una seda.

Los trepadores están desesperados por la realidad política y quieren asustar con el cuco reeleccionista.

Los ex reformistas agitan su oportunismo creyendo que el pueblo les teme a la intentona continuista, una aventura que la tiene todas en contra.

El danilismo conoce que está natimuerto el proyecto reeleccionista.

Si extienden la agonía con el uso de mercenarios y judas congresuales, únicamente prolongarán el tiempo de lucha porque el voto popular es el que gana elecciones, y en las urnas será la derrota. Que no quepa duda.

Es innecesario un pleito perdido.

Todos los gobiernos tienen fecha de caducidad. La soledad del final del poder es manejable porque es conocida.

Esto no debía causar angustia a un político veterano.

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