Sorteos publicitarios

Así como el Ministerio de Educación ha sorteado la construcción y remodelación de escuelas entre ingenieros civiles, de igual forma debería el Estado sortear pequeños presupuestos de publicidad entre las agencias publicitarias pequeñas para ayudarlas a crecer y al mismo tiempo para honrar el capítulo que en la ley de contrataciones públicas establece que el 20% de los presupuestos de publicidad debe destinarse exclusivamente para apoyar a las micros, pequeñas y medianas empresas. La idea es que del 100% del presupuesto que las instituciones públicas tienen establecido para estos fines, se licite el 80% y el restante 20% sea sorteado entre las pequeñas publicitarias, tal cual como lo establece la propia ley de contrataciones públicas.

Debe ser más arriesgado poner en mano de un ingeniero novato la construcción de una escuela, que poner en mano de una agencia pequeña el diseño de una colocación publicitaria. Abogamos porque las agencias pequeñas tengan esta consideración, debido a que cuando participamos en los concursos, nuestro esfuerzo debe competir con empresas grandes que disponen de recursos con los cuales no contamos las pequeñas, produciéndose así una competencia desigual y desventajosa.

Algunas licitaciones publicitarias colocan condiciones y requisitos que están por encima de las posibilidades de las agencias pequeñas. Esa realidad discrimina e imposibilita la oferencia de esta categoría. Aunque la creatividad y el servicio no son de la exclusiva paternidad de nadie, existen límites que no están al alcance de las pequeñas agencias en algunos pliegos de exigencia para competir.