Santo Domingo 23°C/23°C clear sky

Suscribete

FE Y ACONTECER

“El que me ama guardará mi palabra”

Avatar del Listín Diario
Cardenal Nicolás De Jesús López RodríguezSanto Domingo

Sexto Domingo de Pascua - 26 de mayo 2019

a) Del libro de los Hechos de los Apóstoles 15, 1-2. 22-29.

Este capítulo narra un acontecimiento muy importante para la historia de la Iglesia, se va dilucidara el conflicto entre la Iglesia de Jerusalén y la de Antioquía. Este llevaba ya varios años y no podía prolongarse por más tiempo. La causa del enfrentamiento entre ellas surgió de un grupo de extremistas de Judea, que viajaron a Antioquía y comenzaron a enseñar que sin la circuncisión no era posible salvarse. Esto hizo necesaria una reunión de los representantes de ambas Iglesias para zanjar la cuestión de una vez por todas. Se origino una fuerte discusión y deciden que Pablo y Bernabé suban a Jerusalén a consultar con los Apóstoles, que se reúnen con ellos y los presbíteros para zanjar el asunto. La decisión de este Concilio apostólico, llamado por muchos como “Concilio de Jerusalén” fue, como señala el texto: “... no imponerles más cargas que las indispensables...”. Esta es una verdadera demostración de que el Espíritu Santo guía a la Iglesia en sus máximas decisiones y la ayuda a mantenerse unida.

b) Del libro del Apocalipsis 21, 10-14.22-23.

San Juan describe con detalle a la Jerusalén celestial; la presencia de Dios en medio de su pueblo. En la “nueva Jerusalén”, la ciudad ideal de la que nos habla el Apocalipsis, Dios reinará indefectiblemente en medio de los elegidos, que no provendrán únicamente de Israel, sino de todas las naciones de la tierra. Un nuevo orden de cosas será inaugurado. En él cesará toda miseria, y los elegidos serán colmados de felicidad. Sólo Dios es el verdadero Soberano. Si verdaderamente amamos a Dios, podremos decir también nosotros que vivimos, somos y existimos en Dios, como Iglesia peregrina a través de los siglos, irradiando su luz y su gloria hasta el final de los tiempos.

c) Del Evangelio de San Juan 14, 23-29.

En este fragmento, encontramos tres puntos de referencia para la comunión que Dios establece con el creyente: el amor a Cristo, el Espíritu Santo, y la paz del Señor resucitado. Por consiguiente, el amor y la obediencia de la fe son las dos condiciones que favorecen el clima relacional con Jesús y propician la comunión con Dios. La religión que funda Jesús, a diferencia del judaísmo, no necesita sacralizar mediaciones externas, pues la presencia de Dios en la comunidad creyente es un contacto tan directo como el amor personal. Jesús, el Padre y el Espíritu Santo moran en el que ama a Cristo mediante la observancia de su palabra.

El Espíritu Santo y la paz de Cristo son otros dos puntos de comunión de Dios con el hombre, según el evangelio de este domingo. El Espíritu que el Padre enviará a los amigos de Jesús en su nombre, vendrá en su ayuda durante la ausencia física del Señor y será el maestro que les enseñará todo lo que Él les dijo. Al don del Espíritu Jesús añade el de su Paz, “la paz les dejo, mi paz les doy”. Esta paz es el conjunto de todas las bendiciones mesiánicas de la nueva Alianza.

En las vísperas del Día de las Madres, aprovecho para felicitar y bendecir a todas las madres dominicanas.

Fuente:

B. Caballero: En las Fuentes de la Palabra.

Luis Alonso Schˆkel: La Biblia de Nuestro Pueblo.

Tags relacionados