Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

EN LA RUTA

Indignante

El caso de Luisa Marina Elías García, acusada junto a dos hombres de integrar una banda de asaltantes que, entre otras fechorías, hirieron de 8 balazos el pasado jueves al mayor policial Domingo García Sugilio, escolta de los suegros del Presidente de la República, para despojarlo de su arma de reglamento, ha desbordado la indignación colectiva.

Y la rabia no es solamente por el desparpajo y la frialdad con que la mujer narra y detalla los pormenores y su participación de sus crímenes, en un video que se ha hecho viral, sino porque las características del caso, agravan el mismo y cuestionan, una vez más, los insuficientes resultados de un sistema judicial que no logra dar respuestas al tema delincuencial y a la preocupante inseguridad ciudadana.

Constatar que la imputada había sido favorecida solo ocho meses antes con una libertad condicional a mitad de pena cumplida por una condena de 10 años por homicidio, muestra las debilidades de un esquema penal que no toma en cuenta elementos claves para devolver a las calles a quienes solo saben delinquir. De donde obtienen las armas, y por qué salen tan fácil de las cárceles (si es que logran entrar) son preguntas igual de irritantes como la queja el pasado 15 de mayo del director de la Policía, Ney Aldrin Bautista, de la facilidad con la que los delincuentes obtienen su libertad (en coerción, juicio de fondo y cumplimiento) luego de cometer hechos en los cuales son harto reincidentes.

Tags relacionados