Tiempo para el Alma
“En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros”. Juan 13:35.
El amor es la esencia del cristianismo: el amor reflejado en la otra persona, el que se traduce en compasión, en solidaridad, en perdón. Quien se dice cristiano, para serlo tiene que llevar el amor tatuado en su ser, vivir el amor, entregar amor. No se trata de colgar un mensaje en Instagram con un ‘selfie’ de perfecto filtro, ni de abrazar al amigo; se trata del amor puesto a prueba, el que hace feliz a quien da y a quien recibe.