El objetivo: un país de niños vacunados

Todo empezó en 1796. Entonces, el médico inglés Edward Jenner observó que las ordeñadoras de vacas contagiadas de viruela no contraían la enfermedad. Visto ello, inoculó leche de vaca enferma de este mal a un niño que de inmediato padeció los síntomas de la viruela durante las 48 horas posteriores. A continuación, le inyectó virus de viruela humana y entonces ni la enfermedad ni sus síntomas aparecieron en el infante.

Desde entonces, las vacunas se acreditan como un procedimiento externo y artificial para estimular el fortalecimiento del sistema inmune ante ataques de determinados patógenos. Las vacunas lo incitan a desarrollar defensas contra. Son proteínas virales o bacterianas llamadas antígenos que se obtienen de los propios microorganismos infecciosos o por ingeniería genética. Las vacunas se administran de forma oral o inyectable.

Un organismo escudado por un sistema inmune fortalecido tiene la capacidad de desarrollar defensas ante la enorme cantidad de amenazas que en forma de virus y otros patógenos circulan y se transmiten, alcanzando a sus huéspedes a través de aguas, comidas, aire, plantas, insectos y animales.

Que amplias poblaciones hayan desarrollado un sistema inmune fortalecido que se transmite de generación en generación ha posibilitado la supervivencia humana, pese a las abundantes “pestes” sufridas en todos los tiempos y geografías. La mayoría de la población humana mundial hereda ese sistema inmunológico fortalecido. De lo contrario, los virus y las enfermedades que causan la hubiesen extinguido.

Pese a eso, es difícil saber quién está exento del riesgo de contagio por este o aquel virus estacional, más o menos reciente, más o menos letal.

En ese juego aleatorio de posibilidades, lo racional es apostar por la garantía de salud, escapando de las amenazas, inherentes al creciente y diversificado riesgo de contagio, por los aumentados intercambios comerciales, humanos y animales entre naciones de apartadas regiones.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las vacunas evitan, cada año, entre 2 y 3 millones de muertes, especialmente por Difteria, Tétanos, Tosferina y Sarampión. Este último reclama atención dado su impredecible retorno e incremento en territorios norteamericano, donde ha producido 800 casos confirmados hasta anteayer, luego de haber sido erradicado en el año 2000.

Entre nosotros, las autoridades de Salud informaron un plan de vacunación para aplicar una dosis indiscriminada de la vacuna OPV (antipolio) a 525,642 niños y niñas de 3 a 35 meses de edad y la vacuna Neumo 13 a 382,579 niños y niñas de 12 a 35 meses, para un total de 908,221 inmunizaciones.

Según su agenda, tal jornada se llevó a cabo del 20 al 27 de abril de 2019, a nivel nacional, a través de las 29 Direcciones Provinciales de Salud, los 3 Distritos de Santiago y las 8 Áreas de Salud de Santo Domingo.

Aunque oficialmente aún no se han informado los resultados, los padres, tutores, vecinos, centros de educación y trabajadores comunitarios pueden contribuir, identificando los casos pendientes de vacuna y reportarlos a Salud Pública.

Muchas infecciones y patógenos pueden lesionar o matar niños. El objetivo es que todos los niños sean vacunados.