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OTEANDO

La gestión de un compromiso

Desde niño escucho decir que “noticias buenas no son noticias”, el morbo ínsito del ser humano hace que éste comporte más placer y satisfacciones en destacar lo malo que lo bueno. Con razón conjetura Yuval Noah Harari que la idea del lenguaje pudo haberse visto activada a partir de nuestra propia vocación para el chismorreo. Sin embargo, lo anterior no debe ser causa ni razón para que privilegiemos lo banal en perjuicio de lo trascendente.

Lo anterior viene a cuento a propósito de haber escuchado, de un amigo a quien mucho admiro, su disgusto con el Vice Ministerio de Políticas Sociales del MAPRE, en razón de que a éste no le fue posible corresponder, con la urgencia que ello demandaba, un caso cercano a dicho amigo. Convencido de que la justicia honra más a quien la propicia que a quien la recibe, quiero dar mi testimonio personal acerca del desempeño de esa oficina, que suelo visitar en atención a mis funciones. Basta con pasarse diez minutos sentado allí para advertir la entrega con que se sirve al prójimo. Desde su titular, Alexis Lantigua, hasta las dos Carolina y los demás que le asisten conforman un verdadero equipo de trabajo que, con una suerte de predestinada unción, gestionan todo tipo de asistencia a favor de quienes más la necesitan. ¡Cuántas vidas se salvan a diario por la intervención de esa oficina! Sin lugar a equívoco afirmo que, de cada diez familias que lo solicitaron, el brazo de esa oficina ha llegado a nueve traducido en solidaridad y amor fraterno.

Una instancia ideada con pasión para promover el bienestar de los asistidos sin distinguir su preferencia política. No hubiera querido escribir sobre esto, porque sé que el gobierno no tiende la mano a los ciudadanos para capitalizarlo políticamente, pero resulta que advierto que el gobierno de Danilo, que es uno de los mejores que ha tenido el país, cuenta con unos pocos enemigos ruidosos y muchos amigos y funcionarios mudos. Y no voy a eludir la responsabilidad de defenderlo.

Probablemente al señor Lantigua no le agrade que escriba sobre esto, pues me luce alguien de bajo perfil, que prefiere permanecer en el anonimato, por convicción; pero más seguramente, porque es consciente de que lo que hace es bien gestionar el compromiso previo de Danilo Medina con un pueblo que lo quiere y confía que satisface y satisfará con creces lo prometido.

El autor es abogado y politólogo.

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