Jugando al tiempo

“No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague”. La estrofa del emblemático poema ‘Calle de la Veracruz’ pende sobre la cabeza de políticos y autoridades que creen que ‘la hora’ nunca llegará.

Los acontecimientos de Venezuela, con que madrugamos este martes, y las indefiniciones electorales en República Dominicana, lo indican. Si el episodio que vive hoy el régimen de Nicolás Maduro, en una Venezuela donde campea la violencia frente a la tozudez de un régimen desgastado y asediado, local e internacionalmente, ya lo veremos.

Cómo saldremos del ‘embobamiento’ en que se desarrolla el escenario político-electoral dominicano, en torno a una eventual reelección, ya lo veremos. Me dirán que el paralelismo no aplica, pero creo que sí. Aquí hay gente amenazando con ‘desobediencia civil’, ‘toma de las calles’, ‘guerra santa’ si el eje no gira totalmente en sentido de sus pretensiones y expectativas. Hasta hoy, sin embargo, la discusión gira sobre legalidad, ley, Constitución, la dialéctica política. En estos días, un alto funcionario electoral me decía: “No se por qué la gente se preocupa tanto... parecen no recordar que a ‘la dominicana’, todo se resuelve”. Los plazos de las leyes de Partidos y Electoral están ahí: junio, julio, agosto, octubre, febrero, mayo. Pasó marzo y abril y el tema de la reelección sigue pendiente.

Los leonelistas están eufóricos, los danilistas intransigentes, la oposición ‘comiendo bolas’, apostando a la división del PLD y la Junta, jugando ‘al tiempo’ y ‘rezando al Santísimo’. ¡Qué escenario !