Feria del Libro

La cultura, esa que a veces se reduce a una de sus facetas hermosas, las Artes, es mucho más holística: abarca, de acuerdo a los que saben, el conjunto de procesos que crean los humanos, para modificar y mejorar la naturaleza, haciéndola más munífica.

Una de esas creaciones humanas que componen la cultura, es la lectura, que se inició traduciendo jeroglíficos tallados o pintados en las rocas que expresaban ya sentimientos, pensamientos, y que con el tiempo se hizo, no solo más fácil, sino que ofreció la posibilidad de acceder a su ejercicio, a su gozo, diría yo, a muchos.

Al no tener que recurrir a los “papiros” egipcios o a los rugosos pergaminos de los monjes para adquirir saberes, el mundo cambió: ya no fue más un espacio poblado por analfabetas, a quienes los “chamanes”, orientaban con verdades y mentiras hacia donde los poderosos decidieran, las sociedades empezaron a democratizarse, cada persona que leía un libro, y otros y otros, iban empoderándose de sus vidas, se convertían en sujetos y no objetos; sobre todo si en los libros leídos, incluyendo la Biblia, se enuncian los valores y el Amor al otro, como Jesús, predicó y practicó.

Los libros fueron, han sido y son instrumentos de redención poderosa. Pero, por miedo, por soberbia, no siempre están al alcance de todos: su precio, en el mercado que es el mundo actual, limita su adquisición, y una propaganda, errada y alevosa, los pone a competir con las TIC’s, cuando en verdad ambas formas culturales se complementan. Porque los libros no muerden, sino besan, en el sentido cariñoso y amante que los ósculos expresan, y porque la lectura de los libros es un derecho humano y ciudadano que no puede negarse a los pueblos, la Feria del Libro que se celebra desde hace 68 años en República Dominicana, aunque con intermitencia, la del 2019 se inauguró anoche, tiene que ser acogida, valorada, defendida, ¡y por supuesto, visitada! por los que aun cerremos, y queremos que otros crean, que la cultura, como hechura de los seres humanos, nunca podrá existir sin libros. Y los libros, se escriben, se publican y se venden para leerlos.

Es un mérito del Ministerio de Cultura, creado en el 2,000, que sus titulares y sus respectivos equipos en diferentes gobiernos, de partidos distintos, han celebrado todos los años la Feria del Libro que en 2019 llega a su vigésima segunda versión.

En medio de este ambiente de rechazo desdeñoso a la lectura y el papel, el Ministerio de Cultura reitera su compromiso con los libros como máxima expresión de cultura, con esta Feria que este año ha enfrentado la dificultad de no poder realizar la actividad en el espacio habitual donde se celebraba, que era la Plaza de la Cultura.

Este año, Puerto Rico es el país invitado, y Virgilio Díaz Grullón, el escritor dominicano al que se honra.

A Puerto Rico le debe nuestro país importantes aportes culturales, el maestro Hostos, su reforma educativa, su Moral Social luminosa, y su antillanismo que nos enseñó a ser solidarios.