Apuntes de una estrategia integracionista

A mediados del 2014 la República Dominicana relanzó una ofensiva de aproximación estratégica – sin espejismos periodísticos - con algunos esquemas integracionistas, incluyendo a la Comunidad Económica del Caribe (Caricom, por sus siglas en inglés) La encomienda le fue dada por el presidente Danilo Medina al ministro sin Cartera para Asuntos de Integración Regional Miguel Mejía. Aunque a la administración Medina le causó un gran disgusto determinados pronunciamientos hechos por algunos líderes del bloque caribeño en torno a la Sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional, el jefe del Estado dominicano estimó conveniente procurar dentro de una voluntad política integracionista, explicar los alcances institucionales del referido Fallo jurídico con relación a la inmigración haitiana que afecta al país producto de la crisis económica y política que abate al vecino pueblo.

El ministro Mejía ya contaba con una sobrada experiencia en asuntos caribeños y centroamericanos, siendo comisionado para conceptualizar el propósito integracionista de buena vecindad con naciones del Caribe Oriental y territorios insulares.

La estrategia oficial cobró éxitos y logros al firmarse el 29 de agosto del 2016 en Cancillería, un Memorando de Entendimiento entre la República Dominicana, el Reino de Holanda y las islas neerlandesas de Aruba, Curazao y San Martin, más los territorios de Bonaire, Saba y San Eustaquio. En una declaración reciente, el ministro Mejía, en una conferencia celebrada en el recinto de la Universidad Estatal de Nueva York decía: “El Presidente hizo énfasis en la inserción del país en los bloques regionales porque entendía que todos tenemos grandes problemas que son comunes para unos y otros países”.

Los periplos tuvieron positividad y resultados diplomáticos efectivos.