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EL BULEVAR DE LA VIDA

Sería fantástico

La DGII está en lo suyo y ¡qué bueno!, pero es que los señores evasores/ falsificadores y/o contrabandistas del sector de las bebidas alcohólicas y los cigarrillos se pasan; hablo de una evasión superior al 40 por ciento y de que, entre los años 2012 y 2016, ese sector tuvo un crecimiento negativo promedio de 1.2%, lo que es imposible, pues los dominicanos siempre hallamos un pretexto para celebrar, y siempre en compañía del dios Baco. Para celebrar o lamentarnos. Celebrar un amor muy bien venido o despedir un amor eterno que solo llegó hasta el martes.

Los excesos de los señores llevaron a la DGII a establecer un moderno Programa de control de la evasión fiscal para el sector de las bebidas alcohólicas y los cigarrillos, con el que esperan recaudar unos 4 ,000 millones de pesos en los próximos 12 meses. Y si la DGII y sus amigos serán capaces de alcanzar esta meta, ¿por qué no puede el gobierno central diseñar y aplicar una verdadera reforma fiscal que organice la cuestión para aumentar las recaudaciones desde la justicia social, y que pague más quien más tiene, que es lo que los economistas llaman impuestos progresivos? Así, por ejemplo, los marbetes de los vehículos no deberían pagar por el año en que fueron adquiridos sino por su costo, cilindrada y nivel de contaminación ambiental. Sin dejar de mencionar la urgente necesidad de revisar cada una de las tantísimas exenciones fiscales que existen en nuestra economía, y en lo que somos líderes continentales.

Sería fantástico una reforma fiscal progresista. Sí. Fantástico sería que las sentencias definitivas de los tribunales (las del Tribunal Constitucional, por ejemplo) se aplicaran “sin recreo ni vengo ahorita”, aunque ellas afecten a nuestras insaciables élites corporativas.

Claro que sería fantástico, pero ¡qué diablos digo!, si estamos en un año preelectoral, y desde el gobierno nada ocurre ni es posible si afecta a quien pueda -y los príncipes del capital pueden- incidir en los resultados de las elecciones de febrero y mayo 2020.

Perdón por el desliz de optimismo. Pero estas son las cosas que les ocurren a los mortales de alma y corazón después de un domingo que, de tan feliz, hasta les provoca imaginar que viven en un país de instituciones fuertes, reglas claras, y un implacable régimen de consecuencias. Pero “sería fantástico”.

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