El pulso de la calle

Los partidos están en la calle, bajo techo sí, pero fuera de sus locales. Luchando adentro por candidaturas, pero igual sacan pecho y enseñan molleros hacia afuera. La oportunidad sirve para una cosa y también para la otra.

Lo importante es que están movilizándose, moviendo gente como si fuera en plena campaña. Lo que la legislación no permite o impide el reglamento, se favorece con la abundancia de recursos.

El deporte no da uso intensivo a sus instalaciones, pero estas no están ociosas porque la política convoca y desborda la capacidad.

Un aspecto a analizar, ¿por qué la política provoca más fervor y atrae más que el deporte cuando el público se supone el mismo: los jóvenes?

Cada partido o bando está atento a lo suyo, pero fuera bueno que se acecharan o vieran diferencias que son obvias y que desde ya debieran preocupar.

La gente está en política, sin duda, pues en caso contrario no asistiera a los actos, y estos se caracterizan por la masiva concurrencia.

El sector más activo era el de Leonel Fernández, que entendió que con levantarse más temprano adelantaba el amanecer.

Los demás aspirantes del PLD cogieron la seña e igual se lanzaron, con paracaídas desde lo alto o con los medios a su alcance.

Lo mismo puede decirse del PRM en su conjunto que ahora congrega en sus actividades gente suficiente para llenar lugares. En especial cuando reciben nuevos miembros.

Ahora sale al ruedo la reelección. Los fines de semana senadores de diferentes demarcaciones realizan mítines de apoyo al presidente Danilo Medina.

Es decir que ahora sobran los fieles y las panderetas suenan más. Las campanas repican y las iglesias se multiplican.

El fenómeno seguirá creciendo, pues diversos núcleos sociales empiezan a sacar cabeza con intenciones abiertamente políticas.

Como es bajo techo, el bajo techo iguala.

Sin embargo, conviene no perderse en lo claro y dejar de apreciar lo evidente. Los peledeístas con el cuento de la lucha interna, de la reelección y de la no reelección, despliegan una logística de mayor calado.

El pasado fin de semana puede ser una media. El PRM recibió con bombos y platillos a Manuel Jiménez, y el acto le quedó bonito. Aunque un solo municipio.

Leonel Fernández por un lado, y los senadores de Danilo Medina por el otro, coparon casi toda la República. Como andan en dividirse, bien, pero y si no...