Confesiones políticas

De Danilo Medina había dicho en el 2012 mi amigo Hatuey de Camps que era “buen candidato”, aunque hacía sus reparos a que lo acompañara Margarita Cedeño. Pese a verse claro que la escogencia de la dama, con un mejor posicionamiento que Medina en ese momento, garantizaba la unidad partidaria y la integración de Leonel Fernández a la campaña, Hatuey era de opinión que ella representaría “más de lo mismo”, inclinándose porque Medina llevara como vice a Miguel Vargas, del PRD. Así como se lee. Muy cerca de De Camps entonces, porque veníamos de cerrar fila contra el intento fallido de reelección de Hipólito Mejía, nos dijo que le lleváramos la idea a Medina. Sigo creyendo que es mejor doña Margarita, le respondí, pero si tú me autorizas, no hay problema. Ya a Danilo le había gustado el dato que le ofreciéramos en su oficina política de la Sarasota, cuando -junto Cándido Gerón- le diéramos certeza de que, tras duro esfuerzo de convencimiento, en el entorno presidencial estaban dadas las condiciones para que la doctora Cedeño fuera su compañera de boleta. Volvemos.