Le temen...

La vida se reduce a una lucha constante de intereses. Las acciones entre el que quiere algo y su pugilato contra aquellas personas, cosas o situaciones que tratan de impedir dicha obtención.

Los ejemplos están en la propia cotidianidad, verificables tanto en lo familiar, lo financiero, amoroso y obviamente en la política, donde, y por involucrar concomitantemente áreas de poder económico, la lucha se torna más cruenta inmoral y descarnada.

Algo que explica las acciones o las omisiones aunque no necesariamente se deje ver el trasfondo de las mismas. Y la reflexión viene a cuento al analizar las motivaciones del núcleo que se ha conformado en contra de una eventual reelección del presidente Danilo Medina, las que se sustentan en el temor.

Si al margen del discurso y la verborrea argumental, los opositores (internos y externos) de Medina pensaran que vencerlo fuera fácil, sus afanes, y en virtud a sus intereses de desplazamiento, estuviesen orientados a que sí se presentara. Solo que la realidad, entiéndase los números, hablan en otro lenguaje y lo cierto es que Danilo, aun en los momentos más álgidos de sus mandatos, nunca a descendido de un 50% de aprobación.