PUNTO DE MIRA
Reelección entre encuestas y geopolítica
Algunos ofi cialistas sueltan el edulcorante especie que la reelección está liquidada y debemos enfocarnos en otros temas más actuales sin percatarse de la crónica afección al poder que afecta la cúpula palaciega. Esa desesperación del adicto puede tornarse agresiva.
Los reeleccionistas están como una fiera herida, pero tiene mucho poder porque cuentan con los recursos del Estado para comprar conciencias. Los que rodean a Danilo Medina no tienen escrúpulos y eso los convierte en más peligrosos.
Esa gula de querer el poder para hacer negocios y servirse con la cuchara grande, es injusta, pero están enfermos de codicia. Para el reeleccionista demasiado dinero es poco.
A medida que la reelección se deteriora, sus cabecillas se tornan más intolerantes, con Amarante Baret y José Ramón Peralta como representantes. Varios periodistas y empleados públicos que se han puesto a tiros de esa línea política han sido liquidados. Los palaciegos usan la presión del poder gubernamental para sacarlos de sus lugares de trabajo. No importa si las víctimas son madres solteras y profesionales de valía.
La lista va en aumento.
Ese es el camino de la dictadura.
Como el pueblo manifi esta oposición creciente a la reelección los cabecillas del proyecto sufren de insomnio, depresión, derroche de recursos económicos y persecución de los adversarios.
La adición al poder es una enfermedad como cualquier otra. Los enfermos tienen el pensamiento disperso, hablan disparatadamente e incumplen las tareas pertinentes por la acuciante inquietud de ver tronchada la posibilidad del uso ilimitado de recursos infi nitos. No descarto creer que de bolígrafos de lujo pasen a usar grifos de oro en sus bañeras.
Los comerciantes palaciegos están mentalmente desasitiados. Son incapaces de ver un futuro si carecen del control del Estado. Tienen la alucinógena idea que el poder es una propiedad grupal.
La defensa de la Constitución por parte del pueblo ha sido un jamaquión a la reelección.
El día 27 de febrero el Presidente de la República rendirá cuentas ante el Congreso. Tendrá un escenario ideal para arrimarle tratamiento a la enfermedad. Nadie lo puede obligar esperar a marzo para desmontar la reelección. La decisión es suya.
Sin embargo, llevar vocingleros ante el Congreso pidiendo reelección únicamente atizaría la creciente repulsa. Las barbas de Evo Morales, Nicolás Maduro y Daniel Ortega están ardiendo por aferrarse al poder. Danilo debe buscar un remojo.
El reeleccionismo de Danilo está con rechazo popular en el fuego geopolítico.