Bandera y agua

Se unen estos dos conceptos en el Día Nacional de la Bandera. ¡Qué hermosos son esos actos en los que la bandera dominicana, reconocida sobretodo en este día de manera particular, se le hace una gran fiesta en su honor!

¡Qué hermoso es volver a reconocer la bandera como algo útil que nos habla de nosotros, como algo que nosotros necesitamos! Lo mismo digamos del agua. El agua, ese elemento tan necesario para la vida. Hay que apreciar el agua, hay que valorar el agua, hay que cuidar el agua; hay que cuidar la bandera, que somos nosotros mismos y son nuestros hechos.

Cuánto duele el que se pisotee una bandera dominicana, el que se le haga cualquier daño. Cuando nosotros mismos hablamos mal de la bandera dominicana y de nosotros mismos, estamos pisoteando la bandera dominicana; hablamos mal de un extranjero cuando hace daño a

la bandera dominicana, pero no hablamos de nosotros mismos cuando nosotros mismos pisoteamos la bandera dominicana, pero no lo digo cuando actuamos mal, sino cuando hablamos mal de la bandera dominicana, que es hablar de nosotros mismos.

Parece mentira, necesitamos cuidar el agua, necesitamos cuidar la bandera, es decir, cuidar nuestra propia estima, la autoestima de la bandera, la estima de los dominicanos.

Bandera y agua, apreciemos las dos cosas y no dejemos que nuestra lengua dañe ni la una ni la otra.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.